Ocho horas sin marcar
Solo Huesca y Amorebieta disparan menos que un Zaragoza que acumula cerca de 500 minutos sin hacer gol, está a un partido de firmar la mayor sequía realizadora de su historia y no anota a domicilio desde enero
Cinco partidos enteros, con sus correspondientes descuentos, y el último cuarto de hora del duelo ante el Cartagena provocan que la sequía anotadora del Real Zaragoza alcance ya las ocho horas. Un desastre mayúsculo que mantiene al equipo aragonés inmerso en problemas y con la única aspiración de salvar el pellejo cuanto antes. Porque el gol, o más bien la falta de él, es el gran lastre de una escuadra que vuelve a tropezar en la misma piedra que en las últimas temporadas, marcadas por la inoperancia ofensiva de un Zaragoza incapaz de marcar un tanto por partido.
La dimensión del caos es tremenda. De hecho, los cinco encuentros consecutivos sin marcar que acumulan los aragoneses tras no ver puerta ante Villarreal B (00), Amorebieta (0-1), Valladolid (2-0), Espanyol (0-1) y Mirandés (0-0) igualan la peor marca histórica del club (la 21-22, con JIM en el banquillo, en Segunda y la 90-91, cuando Víctor Fernández logró salvar al Zaragoza del descenso, en Primera). Si tampoco es capaz de anotar el próximo domingo frente al Tenerife en La Romareda, firmará un nuevo récord histórico de seis jornadas seguidas sin marcar para acentuar un nuevo fracaso en el diseño, planificación y abordaje de la faceta ofensiva.
El Zaragoza no marca, sobre todo, porque no llega. Así lo reflejan los datos oficiales de LaLiga que sitúan al equipo blanquillo en el podio de los que menos disparan a puerta. Solo en 248 ocasiones lo ha hecho a lo largo de las 32 jornadas disputadas, lo que supone una media inferior a los ocho disparos por encuentro, una cantidad condicionada por el espectacular inicio liguero del equipo, que firmó un pleno de victorias en las cinco primeras jornadas para, a partir de entonces, comenzar una caída en barrena que sigue sin freno.
Aunque lo peor, sin duda, ha llegado ahora. Velázquez dejó un equipo roto y miope de cara al marco contrario y Víctor trata ahora de encontrar fórmulas destinadas a paliar el gran déficit de un Zaragoza que apenas ha tirado 13 veces entre los tres palos entre los cinco encuentros que acumula sin hacer gol. Es decir, poco más de dos disparos a portería por duelo. El paupérrimo caudal condena a la nada si, como es el caso del cuadro aragonés, no se dispone de una extraordinaria eficacia.
Fuera de casa, la sequía es aún más pertinaz. Desde mediados de enero, el Zaragoza no ha sido capaz de celebrar un gol a domicilio. El logrado por Mesa en Elda fue el último antes de dejar de ver puerta en Alcorcón (0-0), Eibar (1-0), Villarreal (0-0), Valladolid (2-0) y Miranda(0-0) para clavar en once la cifra de goles marcados por la escuadra blanquilla lejos de La Romareda. Solo otros tres equipos (Valladolid y Amorebieta, con diez, y Andorra, con ocho) han anotado menos tantos como visitantes que los aragoneses.
En total, y si dice pronto, el Real Zaragoza (el cuarto menos realizador de la categoría) se ha quedado sin marcar en 14 de los 32 encuentros disputados, es decir, el 45% del total.