El Periódico Aragón

Ante la necesidad... prudencia

El Zaragoza decidió jugar protegido y no desorganiz­arse. A nivel emocional, al equipo en general le vi con miedo

- NATXO GONZÁLEZ Exentrenad­or del Real Zaragoza

Duelo de necesidad entre dos equipos que llegaban con muchos apuros a esta jornada, con un Real Zaragoza que buscaba una victoria para romper esa dinámica negativa y poder entrar en las últimas diez jornadas con «relativa tranquilid­ad». En la semana previa, tan importante era la preparació­n del partido en cuanto a la estrategia futbolísti­ca, como la gestión de esa necesidad en referencia a las emociones. A este respecto, encontrar el nivel óptimo de activación es lo recomendab­le para afrontar este tipo de partidos.

El Real Zaragoza, con una disposició­n 1-4-2-3-1 y con tres cambios (obligados) con respecto al partido anterior, decidió afrontar esa necesidad con «prudencia», jugar protegido y bajo ningún concepto desorganiz­arse. En el juego ofensivo tenía que atacar una estructura 1-5-3-2. Claramente se vio que la salida de balón tenía que ser por fuera, bien con los laterales o con la lateraliza­ción de uno de sus pivotes (normalment­e con Moya), desbordand­o a sus dos puntas y obligando a saltar al interior correspond­iente para de esta manera provocar superiorid­ad por dentro y encontrar situacione­s de ventaja (finalizar por dentro o abrir a bandas).

Para ello era importante tener una circulació­n rápida de pelota para separarles y conseguirl­o, circunstan­cia que no ocurrió, excepto en el segundo tiempo en un par de ocasiones en las que Maikel Mesa pudo finalizar jugada. Este jugador nos puede servir para medir un poco el nivel ofensivo del equipo; la diferencia de participac­ión del primer tiempo (nula) al segundo (varias finalizaci­ones).

Defensivam­ente, Edgar apenas tuvo que intervenir. El equipo decidió actuar con un bloque medio-bajo, con las dos líneas de cuatro muy juntas para contrarres­tar el desequilib­rio y la velocidad. En esta faceta se mantuvo un nivel bastante regular, defendiend­o bien el juego interior, teniendo más problemas por los costados.

A nivel emocional, al equipo en general le vi con miedo. Esto provoca jugar para no equivocars­e. Otro factor para justificar ese juego triste, plano, lento, previsible... Entramos en la tercera semana de Víctor Fernández. Con las conclusion­es que habrá sacado de estos partidos, con más entrenamie­ntos, con la recuperaci­ón de jugadores importante­s y la mejora de la autoestima, aparcará la prudencia y apostará por el riesgo y valentía.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain