La nieve provoca complicaciones y asusta a los turistas
Los empresarios de Teruel aseguran que entre un 15% y un 20% de reservas se han cancelado
Las nevadas volvieron al Pirineo en plena primavera, dejando una blanca estampa y causando ayer complicaciones en varias carreteras de la red secundaria. Uno de los puntos en los que las intensas precipitaciones registradas a lo largo de las últimas horas pusieron en jaque el tráfico en la carretera N330, entre el municipio de Villanúa y Canfranc Estación, hasta la estación de Candanchú.
En ese lugar fue necesario el uso de cadenas o de neumático de invierno, y estuvo prohibida la circulación de camiones, vehículos articulados y autobuses. La nieve también dificultó el tráfico rodado en la carretera A-139 entre Benasque y el desvío a Cerler (kms 66 a 72) y en la A-2617 de acceso a esta última población (kms. 5 a 12). Además, permaneció cortada al tráfico por desprendimientos debido al mal tiempo la carretera A-1602 a la altura de la población pirenaica de Biniés (kms. 7 a 15) y la CV-209 en Fuentes de Ebro (Zaragoza) a la altura del kilómetro 8.
Dudas
El mal tiempo en el inicio de la Semana Santa, sumado a los poco esperanzadores pronósticos, está creando dudas en los turistas que ya habían hecho sus reservas para este puente festivo y está echando para atrás a los que estaban esperando a última hora para decidirse.
Teruel, la provincia aragonesa en la que con más intensidad se vive la Semana Santa, ha visto como entre un 15% y un 20% de sus reservas han sido canceladas. Así lo confirmó Roche Murciano, residente de la Asociación Provincial
de Empresarios Turísticos de Teruel, que lamentó la «mala suerte» que van a tener con el tiempo. «Es una pena porque es uno de nuestros máximos picos del año y son visitas que necesitamos. Teníamos el lleno prácticamente garantizado y ahora veremos. Va a seguir habiendo mucha gente, pero desde luego que se nos va a notar mucho», afirmó el empresario.
Donde menos se notan esas anulaciones es en el Bajo Aragón,
donde la devoción va a poder con la climatología y, aun habiendo cancelaciones, se espera un gran ambiente. «Es ahí, en pueblos como Andorra o Calanda donde se están manteniendo la mayoría de reservas, aunque haya riesgo de que algunas procesiones no salgan o algún acto se tenga que suspender», valoró Murciano.
Aun así, el turolense insistió en las consecuencias que puede tener el frío y la lluvia. «Ya no es solo a nivel de alojamientos, el sol anima a salir a la calle, a pasear, a comprar más y a comer y cenar fuera de casa», resaltó.
Menos sobresaltos están teniendo en el Pirineo (menos ligado a las tradiciones de Semana Santa) y sus hoteles no están sufriendo demasiadas cancelaciones. Eso sí, los empresarios de la zona aseguran que las reservas se han frenado y durante los días festivos rondarán una ocupación del 80%.