Un barco derriba un puente en Baltimore y deja 6 desaparecidos
Las autoridades califican de «accidente» el choque del navío, que perdió el control Estados Unidos investiga las causas del siniestro
La catástrofe golpeó ayer a Baltimore, en Maryland (Estados Unidos), cuando alrededor de la 1.30 de la madrugada el Dali, un enorme carguero de casi 300 metros de eslora con bandera de Singapur que había salido media hora antes desde el puerto de la ciudad, chocó por motivos que aún se desconocen pero que de momento se consideran accidentales y no intencionados contra un pilar del Francis Scott Key, el principal puente sobre el río Patapsco, y provocó el derrumbe de la mayor parte de la enorme estructura de acero, de 2,63 kilómetros de largo.
Seis operarios que realizaban trabajos de reparación rellenando baches en la carretera interestatal que recorre el puente, todos inmigrantes según las primeras informaciones, cayeron al agua en el hundimiento y a la hora de escribir estas líneas seguían desaparecidos. Otros dos fueron rescatados y solo uno tuvo fue hospitalizado.
Según dijo a The Washington Post Greg Akerman, líder sindical local, el equipo de construcción que estaba sobre el puente trabajaba para la contratista Brawner Builders Inc y los operarios, entre los que según algunos medios había personas de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, no estaban afiliados a ningún sindicato.
«Salvaron vidas»
El congresista Kweisi Mfume, que representa un distrito de Maryland, definió lo ocurrido como «un horror impensable», pero la tragedia humana pudo haber sido mayor. El puente lo cruzan a diario unos 34.000 vehículos comerciales y privados pero por la noche el tráfico es mucho menor. Y sobre todo se destacó la rápida reacción de las autoridades, que tras recibir una llamada de mayday del buque, que notificó que había perdido el control y la propulsión, cerraron el acceso al puente de tráfico rodado y ayudaron a evacuar coches que ya estaban sobre la estructura. El gobernador de Maryland, Wes Moore, dijo que fueron «héroes y salvaron vidas». La investigación preliminar habla de un accidente y tanto el gobernador Moore, como la oficina local del FBI aseguran que «no hay ninguna prueba que apunte a un acto de terrorismo». También lo descartó el presidente Joe Biden, que compareció en la Casa Blanca. «Todo hasta ahora indica que esto ha sido un terrible accidente. En este momento no tenemos otra razón o indicio para creer que se trató de un acto intencionado», afirmó el mandatario, que mostró su voluntad de que el Gobierno federal se haga cargo de todo el coste de reconstrucción del puente, que forma parte de la interestatal 695 y es una vía fundamental para el tráfico no solo local sino de todo el corredor del noreste.
Se desconoce qué le pasó exactamente al Dali, que había zarpado rumbo a Colombo, Sri Lanka, en un travesía que iba a llevarle aproximadamente un mes. Poco después de abandonar el puerto lanzó la llamada de socorro avisando de
La rápida reacción de las autoridades tras la alarma emitida por el barco evitó una tragedia mayor
Más de 34.000 vehículos cruzaban a diario la instalación, que se desplomó en cuestión de segundos
que había perdido su propulsión y con ello la capacidad de controlar la dirección. Imágenes de vídeo muestran que en varias ocasiones se apagaron las luces y se desvió de la ruta que debía seguir para cruzar bajo la parte central del puente. Luego, como se puede ver en imágenes de vídeo, el barco chocó contra uno de los pilares del puente que, en cuestión de segundos, se derrumbó por completo.
Deficiencias en el motor
Bautizado en honor del compositor del himno estadounidense Star Spangled Banner, el puente Francis Scott Key se inauguró en 1977, tras cinco años de construcción y una inversión de 110 millones de dólares. El Dali ya había protagonizado en 2016 un accidente en el puerto de Amberes, donde chocó con un muelle. En una inspección que se realizó el año pasado al navío en el puerto de San Antonio, en Chile, se informó de que tenía una deficiencia relacionada con la «propulsión y maquinaria auxiliar», concretamente vinculada a calibradores y termómetros según informó The New York Times. Tanto los dos pilotos de puerto que iban en la nave como la tripulación de 22 miembros resultaron ilesos.
Tanto Moore como el alcalde de Baltimore, Brandon Scott, declararon el estado de emergencia para poder movilizar fuerzas y fondos para la reconstrucción.