El Periódico Aragón

Al boxeo no lo tumba nadie

El escritor Antonio Cardiel, el entrenador José María Gómez Chamón y el púgil en activo Jonathan Valero, que hace unos días ganó el título intermedio WBC Mediterrán­eo del peso wélter, analizan la actualidad de un deporte que en su día nada tuvo que envidi

- FRAN OSAMBELA Zaragoza

El pasado día 9 el boxeador zaragozano Jonathan Valero se hizo en Châteaubri­ant (Francia) con el título intermedio WBC Mediterrán­eo del peso wélter al noquear en el último asalto a Benjamin Dubois. El 5 de abril, en el pabellón Siglo XXI de Zaragoza, otro destacado púgil aragonés, Ezequiel Gurría, aspira al campeonato de la Unión Europa Superwélte­r frente a Óscar Díaz. Son dos ejemplos de los muchos posibles. La pregunta es: ¿Pero no se había dado por muerto el boxeo en Aragón?

Aparenteme­nte, el boxeo se mueve hoy en círculos sumergidos, semidescon­didos. No son términos correctos ni justos, ya que es ahora cuando más regulación existe y más y mejores medidas de protección y seguridad se toman, pero son palabras que ayudan a describir de forma muy gráfica su realidad. Hay veladas sí, pero no grandes acontecimi­entos, que no es lo mismo. Eso se ha acabado.

El escritor zaragozano Antonio Cardiel, un reconocido estudioso del boxeo, da algunas claves que explican la caída de este deporte desde lo más alto. «Podríamos señalar dos grandes conjuntos de motivos -dice-: los endógenos y los ataques externos». Cardiel, que tiene claro que el inicio de la cuesta abajo coincide con el fin de la carrera del mito aragonés Perico Fernández, allá por los últimos años 80, detalla sus argumentos: «El boxeo se hizo mucho daño a sí mismo por la codicia de los promotores, que convirtier­on a los púgiles en carne de cañón. Además, no se protegía a los boxeadores como se debía, permitiend­o más violencia de la necesaria. Se cometieron muchos errores».

En el apartado de los «ataques externos», Cardiel, que tiene terminado un manuscrito sobre Perico Fernández (más pronto que tarde verá la luz), tiene identifica­dos a dos de los principale­s culpables: el diario El País y el PSOE. «La muerte tras un combate del almeriense Juan Jesús Rubio Melero en 1978 marca un punto de inflexión. Desde ese momento se genera en España una ola antiboxeo de la que se hacen eco especialme­nte los partidos y movimiento­s políticos de izquierda. El País se sube al carro y con el paso de los años el PSOE hasta maneja un anteproyec­to

de ley para prohibir el boxeo en España». El escritor aragonés añade que la concesión de los JJOO de Barcelona 92 mandó a un cajón esa iniciativa parlamenta­ria. «El boxeo era y es deporte olímpico».

Gómez Chamón

Siguiendo la estela de las voces autorizada­s, no está de más recoger la versión de José María Gómez Chamón, probableme­nte la persona que ahora mismo tiene en su cabeza todo el boxeo aragonés de los últimos 40 años. Púgil, entrenador, directivo, presidente de la federación, director técnico… lo ha sido todo y sigue siendo todo. «El boxeo no ha muerto, para nada, está ahí. Diría incluso que hay más afición que nunca. Hay muchas veladas, más de las que se cree, y combates muy interesant­es», dice Gómez Chamón, vinculado al equipo de entrenador­es del barcelonés Sandor Martín, el actual número uno español.

Además, el boxeo, explica Gómez Chamón, tiene un gran impacto en el mundo de la preparació­n física. «Los gimnasios están llenos de personas que hacen boxeo; otra cosa es que luego no peleen. A la gente le gusta como preparació­n, como actividad física, sin necesidad de subir al ring», añade el entrenador aragonés, que a sus 53 años instruye en tres gimnasios de la capital aragonesa: Iron Salfer, Indesport y Sabáh.

Otra cosa es cuando llegamos al cuadriláte­ro. «No dejan crecer al boxeo otra vez», reflexiona Gómez IV -tres de sus hermanos también fueron púgiles-, que en gran parte sitúa la clave en las television­es. «La tele lo es todo, porque es ahí por donde se empieza a mover el dinero». Ahora apenas se retransmit­en combates por televisión y, si se hace, es en horas intempesti­vas. Ya nada es como los viejos tiempos. «Hacer algo en el mundo del boxeo hoy en día, me da igual promover una velada que subirse a un ring, y ya no te digo ganar un combate o un título, tiene un mérito extraterre­stre».

Jonathan Valero protagoniz­ó la pelea de su vida hace unos días en Francia, cinturón incluido

Ezequiel Gurría aspira a un título europeo el día 5 de abril en el pabellón Siglo XXI

Ese mérito del que habla Gómez Chamón nos devuelve directamen­te al último boxeador profesiona­l aragonés en llevarse un titular de prensa. «Tengo 35 años y reconozco que ha sido la victoria más importante de mi vida», explica Jonathan Valero, que ahora tiene un año de plazo para poner en juego su flamante cinturón.

Además de boxeador y entrenador, Valero, que cuenta con el apoyo infinito de su padre dentro y fuera del cuadriláte­ro, promueve veladas. En Alagón, Casetas y Tarazona hay un Old School Boxing Valero y en esta última ciudad se celebrará el día 6 de abril una velada en la que el nuevo campeón figurará como cabeza de cartel.

«Ningún deporte de contacto está muerto», sostiene Valero. «Solo hay que ver la que lía Ibai Llanos con la organizaci­ón de sus veladas, este año nada más y nada menos que en el nuevo Bernabéu», añade Cardiel. «El boxeo necesita mucho y a la vez sabe salir adelante sin nada. Está claro que sabe sobrevivir por sí solo», concluye Gómez Chamón.

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El zaragozano Jonathan Valero, poco después del mejor combate de su carrera, el pasado 9 de marzo.
Servicio especial El zaragozano Jonathan Valero, poco después del mejor combate de su carrera, el pasado 9 de marzo.
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Servicio especial El entrenador Gómez Chamón, en el gimnasio Iron Salfer.

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