La amnistía es la igualdad
La amnistía es la igualdad, la cultura es la ignorancia, la guerra es la paz. Tras estas aserciones orwellianas, quisiera poner límites al discurso que está trasladando el Gobierno a la opinión pública respecto a la proposición de la Ley Orgánica de Amnistía (PLOA), por haber llegado el momento en el que, por responsabilidad ciudadana, ya no se debe creer. ¡Hay que pensar!
La metáfora visual de la perspectiva con la que el cámara captó al ministro Félix Bolaños el día que se autofelicitó por el acuerdo conseguido con Junts fue sinceramente brutal. De nada le sirvieron la transgresión de conceptos (la amnistía es constitucional, estándares europeos...), ni las piruetas verbales en su no improvisado discurso. Perdió su credibilidad y el cámara fue el auténtico héroe de ese preciso instante. El Estado no es el PSOE, como tampoco el PSOE es Pedro Sánchez: ese nanosegundo cruel, delator.
Vayamos al principio, los constituyentes acordaron no constitucionalizar la amnistía, precisamente por la injerencia, inaceptable, que supondría respecto a la función jurisdiccional. Las actas del proceso constituyente están publicadas, por tanto pueden ser consultadas si la curiosidad nos induce a ello.
Por fin, disponemos del informe de la Comisión de Venecia, que contradice las apresuradas afirmaciones del Sr. Bolaños sobre la constitucionalidad de la PLOA y, como novedad, aparece una interesante nota al pie de página, la nº 52 p. 21, en la que dice que no todos los delitos de la Directiva 2017/541, art. 3.2 letra c, sobre delitos de terrorismo, están excluidos del ámbito de aplicación del proyecto de ley de amnistía. Difícil encaje jurídico tendrá esto en Europa.
Mientras tanto, el informe del CGPJ, el informe de los letrados del Senado y el informe de los letrados del Congreso de 2021, cuando los nacionalistas catalanes intentaron promover otra ley de amnistía, concluyen que la amnistía es inconstitucional.
Aun así, el poder legislativo tiene como límites la Constitución Española. El reduccionismo con que el Gobierno plantea la amnistía sobrepasa el plano epistemológico, quedando limitado a 7 votos, que le son necesarios.
Por todo ello, debemos ser los ciudadanos los que controlemos la actuación del Estado, y no a la inversa, y en este proceso las libertades de comunicación, de expresión y de información son esenciales. La izquierda es necesaria para cumplir con la función de expresar el pluralismo político que le otorga la Constitución, como partido o partidos políticos, pero es necesaria otra izquierda.