Chueca insiste en que la prórroga del bus fue «legal»
La alcaldesa de Zaragoza cuela a Puigdemont y Pedro Sánchez en su comparecencia sobre el auto del TSJA, solicitada por Vox
«Siempre vamos a estar del lado de los jueces, a diferencia de la izquierda, a la que solo le gustan los autos si no van contra los intereses de Puigdemont, los independentistas corruptos o los socios procesados por terrorismo del PSOE». Así respondía Natalia Chueca a la pregunta del edil de Vox, David Flores, quien le cuestionó directamente si «iba a desobedecer» el auto del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) sobre los pliegos del bus. Lo hizo, además, en una comparecencia solicitada en el pleno por su socio preferente, que le contrarrespondía en su turno de palabra que su respuesta le había parecido «frustrante». «Aquí nadie asume responsabilidades y la culpa siempre es de otros», añadió Flores.
Una sesión que tuvo un tinte extremadamente político, y en la que se abordaron algunas de las cuestiones que valoraba el auto del TSJA. Un documento que Chueca pedía que Flores «volviese a leer». «En ningún momento dice que la prórroga del contrato de Avanza no sea legal, todo lo contrario», aseguraba la alcaldesa, que se defendía alegando que «la alternativa era renunciar a 34 millones de fondos europeos», para posteriormente citar los «desastres» de la izquierda cuando había gobernado Zaragoza. «Por suerte, los ciudadanos les han colocado donde se merecen, en la oposición», decía poco después.
Pero lo cierto es que las consecuencias de la decisión de los tribunales todavía se desconocen a ciencia cierta. Mientras desde el Ejecutivo defendieron, de nuevo, que «lo que sí tiene consecuencias económicas es que no haya presupuestos y se negocie con Puigdemont una financiación privilegiada», Vox cree que la imagen del Ayuntamiento de Zaragoza quedará dañada ante futuras empresas que quieran ofertar en sus concursos públicos. «Ya no sé como definir lo de la prórroga: ñapa, chapuza, pifia, improvisación...», llegaba a decir Flores.
Asimismo, la formación de Abascal denunció que, en ocho meses de Gobierno, ya se ha enfrentado «a la decisión del Tribunal Administrativo de Contratos Públicos (Tacpa) sobre La Romareda, a los 7,4 millones de ayudas al transporte público que se les olvidó pedir y, ahora, a la prórroga del bus». Tres cuestiones a las que hay que añadir, según el edil David Flores, las «conclusiones de la investigación de diciembre, que afirmaban que no fue transparente ni leal». Por ello, el concejal reincidía en las palabras recientes de Julio Calvo, en las que «agradecía» a Chueca que no hubiese aceptado la participación de Vox en el Gobierno de Zaragoza. Declaraciones que sirvieron a la actual concejala de Movilidad, Tatiana Gaudes, para acusar a Flores de ser «la marca blanca de la izquierda»,
pese a que «siempre dice que no le gusta comprar su terminología».
Por su parte, la izquierda exigía «autocrítica» a Chueca, a la que acusaba de «mentir» respecto a los fondos europeos. Según Elena Tomás, portavoz de ZeC, «los fondos exigían un contrato en vigor, fuese de Avanza o de otra empresa», mientras que Lola Ranera recordaba a Chueca que, durante su etapa al frente del área de Movilidad y, posteriormente, en campaña, «prometió sacar unos nuevos pliegos, y tras obtener 15 concejales, se supo que se habían prorrogado los anteriores». «Debería pedir perdón y asumir responsabilidades, incluso económicas», concluía la portavoz socialista.
«Puedo decir que ni miento ni he mentido, ni cambio de opinión como hace Pedro Sánchez», volvía a subrayar Natalia Chueca, que además aseguraba que, a diferencia del presidente del Gobierno central, ella cuenta con «presupuestos, legitimidad y no tengo a nadie corrupto en mi partido».
Sentencias que llegaron en el cierre de una sesión en la que los reproches, las palabras cruzadas y la política nacional fueron, una vez más y como viene siendo habitual en los últimos tiempos, los grandes protagonistas.
«La alternativa (a la prórroga) era renunciar a 54 millones de los fondos europeos»
NATALIA CHUECA ALCALDESA DE ZARAGOZA, SOBRE EL AUTO DEL TSJA