Mayoral reconoce que implantar el grado de Medicina va a ser «difícil»
La DGA y la Universidad crean una comisión para analizar las necesidades y las opciones que existen para que el Obispo Polanco sea un hospital universitario
Fue en campaña electoral cuando el ahora presidente de Aragón, Jorge Azcón, aprovechó uno de sus viajes al territorio para anunciar que si llegaba a la Presidencia impulsaría un grado de Medicina en Teruel. Tarea complicada ya que debe ir asociado a un hospital universitario, que no existe, y que exigiría reconvertir como tal al Obispo Polanco. Por ahora, el Gobierno de Aragón ha formado una comisión con la Universidad de Zaragoza para analizar las opciones reales que tiene la capital turolense para implantar el grado de Medicina y cuáles son sus necesidades.
Lo dijo ayer el rector, José Antonio Mayoral, en una entrevista en Aragón Radio, en la que admitió que llevar a cabo la promesa de Azcón será «difícil». «En Huesca ha costado mucho tener esta acreditación. En Teruel será un poquito más difícil, pero lo que tenemos que ver es qué tipos de especialidades tenemos que cuenten con capacidad de formación, ya que eso es lo que exige el Boletín Oficial de Estado (BOE) para tener un hospital universitario». Por ejemplo, se exige un índice de rotación, ocupación
y cirugía y que el alumnado tenga «una mínima» relación con pacientes.
También se debe garantizar un servicio de admisión único, métodos de control y evaluación con accesos a policlínicas, urgencias y hospitalización. No solo eso. Tal y como recordó al rector, la capital deberá contar con centros de salud y psiquiátricos y, para eso, primero se debe tener
un hospital universitario, que sería el Obispo Polanco, para después implantar el grado de Medicina.
Sería más «sencillo», según reconoció el rector, implantar solo los dos primeros años de la carrera, como sucede en Huesca, aunque se mantendría el problema el contar con personal docente suficiente y capacidad para vincular plazas, es decir, «médicos que tengan asistencia y a la vez una plaza en la Universidad».
«Todo esto es lo que va a estudiar la comisión y planteará claramente qué se va a hacer. Cuando tengamos todo eso, podremos poner el grado», aclaró el rector, que no quiso correr antes que andar y se mostró cauto con la propuesta y las intenciones del presidente Azcón.