Las mascotas exóticas pasarán a ser ilegales a partir de mañana
Las iguanas adultas –de cualquier tamaño y peso– camaleones o geckos y todas las serpientes de especie pitón, tarántulas, pero también peces, anfibios y reptiles con mordedura o veneno peligroso o los que superen los dos kilos (excluyendo tortugas) entrarán mañana, Viernes Santo, en un pequeño callejón sin salida. Mejor dicho, en un calvario para sus dueños, para quienes expira el plazo de seis meses que otorgó la ley de bienestar animal tras su entrada en vigor el 29 de septiembre para comunicar su tenencia. O, dicho de otro modo, son especies prohibidas que pasarán directamente a ser ilegales.
Es decir, mañana finaliza el plazo para que los propietarios de estas mascotas ilegales se autodenuncien y las autoridades procedan a quitárselas. Algunas asociaciones han denunciado la falta de infraestructuras adecuada o de centros designados para acoger a estos animales, lo «que plantea un grave problema logístico y ético». El vicepresidente de la Federación Fauna (y vocal de terrarofilia), José María López aclara esta cuestión: «Comuniquen o no, pasan a ser ilegales y si lo comunican pueden ser intervenidas; es decir, están entre la espada y la pared». Relativiza, también, con la peligrosidad potencial de esas especies, ya que registraron «cero siniestros» en los últimos cuatro años.
¿Qué va a pasar a partir de mañana con esos animales? «Se abre un periodo de incertidumbre porque las autoridades competentes, que en este caso las autonomías, no tienen ni idea de cómo deben actuar», explican desde Fauna, además de que los dueños se resisten a entregar voluntariamente a sus mascotas.