Un cultivo versátil y esencial para la comunidad a pesar de la sequía
Las condiciones climáticas y las restricciones de agua afectaron a la producción aragonesa de maíz en 2023 cultivando un 41,3% menos de hectáreas que en 2022, dando lugar a la mayor caída de superficie en los últimos años
El maíz lleva muchos años siendo uno de los cultivos imprescindibles para la comunidad. Gracias al trabajo de los agricultores, en el año 2022 Aragón consiguió cosechar 86.750 hectáreas y logró posicionarse como la segunda comunidad autónoma con mayor superficie dedicada a este cereal. Sin embargo, según los datos de la Red Aragonesa de Cultivos Extensivos, debido a la sequía y a las reducciones de disponibilidad de agua, en 2023 se ha detectado la mayor caída de superficie de maíz de los últimos años, cultivando 51.091 hectáreas, un 41,3% menos que el pasado año.
La campaña de cereal de invierno se cerró con los datos más negativos de los últimos años, dando lugar a una bajada de producción histórica a nivel nacional. La prolongada sequía y las altas temperaturas provocaron que el grano no se llegara a desarrollar de forma adecuada, provocando grandes variaciones en las provincias de Huesca y Zaragoza, siendo Teruel la menos afectada tanto en términos porcentuales como en superficie afectada.
Motor de empleo y desarrollo
Aún así, el maíz sigue siendo uno de los motores de nuestra agricultura, tanto en empleo como en desarrollo económico. Además, este contribuye a paliar el despoblamiento de las zonas rurales
y supone una parte importante de la riqueza de las familias que viven del campo en España. Actualmente, el país está en torno a unas 350.000 hectáreas de maíz y, aunque tanto los precios como los costes han subido, el cultivo se encuentra en una situación incierta.
A día de hoy coexisten dos tipos de
maíz, el transgénico y el natural. El primero, se obtiene mediante diferentes técnicas de ingeniería genética, con el objetivo de modificarlo y así conseguir diferentes objetivos, como un crecimiento acelerado que aumente su tamaño original. Por otra parte, el maíz natural o convencional no experimenta
ninguna modificación. Este año, la superficie dedicada a este tipo representó el 51,1% del total, frente al 48,8% destinado a transgénico. Por otro lado, las variedades de consumo humano han abarcado 15.000 hectáreas, unas 5.000 menos que el año anterior.
El cultivo de maíz nos ofrece muchos otros beneficios, ya que no solo es uno de los pilares principales de la alimentación en Aragón.
Múltiples usos
El maíz tiene otros muchos usos y tratamientos que lo convierten en uno de los cultivos más versátiles. Por ejemplo, se utiliza para la elaboración de piensos o la producción de almidones o bioetanol. Nuestra comunidad cuenta con diversas empresas que se encargan de convertir el maíz en otras materias o producir derivados como harina o sémolas finas.
Tanta es su importancia que desde hace cuatro años se viene celebrando el Congreso Ibérico del Maíz. Dentro de un año tendrá lugar la IV edición y el alcalde de Barbastro Fernando Torres, que participó los pasados 21 y 22 de febrero en la tercera en Portugal, propuso de nuevo Barbastro como sede para la próxima convención. Dicha petición fue recibida por José Luis Romeo; presidente de la Asociación General de Productores de Maíz de España (Agpme) y Jorge Neves; presidente de la Asociación Nacional de Productores de Maíz de Portugal (Anpromis). Este evento pretende ser un punto de encuentro, y diálogo para 600 profesionales del maíz. Durante dos días tienen lugar diferentes ponencias y debates sobre los temas de actualidad que más preocupan en el sector, como el tratamiento del agua o las políticas agrarias.