El Periódico - Castellano - Dominical

NATY ABASCAL "He tenido muchos novios, pero nunca he querido volver a casarme"

Con sus 74 enérgicos años, la musa de modistos como Valentino u Oscar de la Renta nos presenta las tendencias navideñas de Síntesis para El Corte Inglés.

- Por Virginia Drake / Fotografía Mario Sierra / Estilismo José Herrrera / Maquillaje Beatriz Matallana

H ABLA A TODA VE L OCI DAD, se come palabras y su acento es tan peculiar como ella: indescript­ible. Se siente ciudadana del mundo, andaluza por los cuatro costados y no duda a sus 74 años en salir, bandera en mano, a manifestar­se por la unidad de España. Habla inglés, francés, italiano, portugués… Tiene amigos en los cinco continente­s y cientos de anécdotas que contar, compartida­s con Dalí, Andy Warhol, Paul Newman, Woody Allen, Richard Avedon, Oscar de la Renta, Valentino. Con ella descubrimo­s los looks más festivos de Síntesis para El Corte Inglés. XLSemanal. Está mal descubrir la edad de nadie, pero, cuando se llega a la suya en semejante forma, es para publicarlo en portada. Naty Abascal. A mí no me importa nada y, además, lo digo. Me parece ridículo mentir y quitarme años. Hay que saber llevarlo con dignidad. XL. En su caso, dignidad y magia. N.A. Magia, ninguna. Toda la vida me he tenido que sacar las castañas del fuego, y trabajar es lo que me mantiene en forma, además de que te obliga a tener bien la cabeza. XL. Pero usted es hija de un abogado acomodado, con olivares, negocios…

N.A. Sí, guapa; pero éramos 11 hermanos y, como me fui a América con 20 años, mis padres no me dieron un duro porque no les gustaba nada que trabajase de modelo. Me dijeron que, si me quedaba en Nueva York, me quedaba allí por mi cuenta. XL. No llore porque sigue siendo una modelo muy bien cotizada. N.A. ¡No, hija! Aunque las modelos estábamos muy bien pagadas, en aquella época en América no se ganaba como ahora. Estuve en Nueva York dos años y medio trabajando como una loca. Fue un máster. Hablaba francés y tuve que aprender inglés e italiano. Luego regresé a España, me casé, tuve unos niños, me separé… y tuve que volver a trabajar. XL. Con 20 años cambió Sevilla por Nueva York, ¿se deslumbró? N.A. Totalmente. Fue como si a un caballo le quitan las orejeras y empieza a ver todo lo que hay alrededor. Iba a museos, aprendía arte y arquitectu­ra, iba a la ópera, al ballet… No solo me importaban la moda y los trapos. XL. Allí se codeó con gente importante, ¿cómo lo hizo? N.A. Yo era una niña guapa, española, a la que presentaba­n a la gente muy bien de Nueva York y me convidaban a las mejores casas, a los mejores bailes… Ser simpática hacía mucho y por eso hice muy buenos amigos con los que salía a todas partes. Íbamos al cine y me sentaban al lado de Paul Newman… Antes se miraba mucho ser educada, saber estar en todos los sitios… porque ahora hay mucha vulgaridad, la masa en general se ha vuelto muy vulgar. XL. Regresar a Sevilla debió de ser un choque importante. N.A. ¡Un abismo! Pero son etapas de tu vida. En Sevilla me dedicaba a hacer cenas y almuerzos, a enseñar la ciudad a la gente que venía. Estaba feliz con la vida que llevaba, pero no era tonta: echaba de menos Nueva York y me iba allí de vez en cuando. XL. Rodó un anuncio de Alka Seltzer con Dalí, en el que el pintor dibujaba sobre la camiseta que llevaba usted puesta. ¿Se la quedó después? N.A. ¡Pues no! Pero él me pintó unas cosas que después me robaron. Dalí era muy amigo, comíamos juntos un día a la semana en Nueva York. Y de Andy Warhol tampoco tengo nada. Justo cuando me vine, Andy me quería pintar y yo le dije que esperara a la vuelta, porque primero tenía que ir a Roma. Y nunca más volví. Después de Roma me quedé en España, me casé con mi maridito y no volví a América hasta dos años y medio después. ¡Y me quedé sin cuadro! Por eso creo que en la vida hay que coger todos los trenes que te pasan porque no pasan más. XL. Habrá quien piense que es una mujer frívola que solo se preocupa por vivir bien, estar estupenda y divertirse en los barcos de sus amigos. N.A. Me da lo mismo. Yo no vivo en una burbuja, soy una persona normal que siempre ha trabajado para poder vivir. Y si he tenido que vestir como visto y salir con gente que tiene dinero, ¿por qué no? He tenido la suerte de contar entre mis amigos con Oscar de la Renta y Valentino, ¿eso es malo? ¡Ya lo quisiera mucha gente! XL. ¿Tiene amigos pobres?

"Yo era una niña guapa, española, a la que presentaba­n a la gente bien de Nueva York... Íbamos al cine y me sentaban al lado de Paul Newman"

N.A. Pobres y no pobres, pero todos mis amigos son gente que trabaja. Algunos son fotógrafos, estilistas, maquillado­res… con los que hago los reportajes y comparto mesa y mantel. Lo que pasa es que la gente es muy envidiosa y siempre publican tonterías de mí: lo que me gasto en cuidarme, dónde paso las vacaciones… También tengo derecho a hacerme un facial de vez en cuando, ¿no? XL. ¿Y tiene achaques como todos los mortales? N.A. No, eso no, gracias a Dios y toco madera. No he empezado todavía con los achaques, de salud estoy fenomenal y tengo los huesos estupendam­ente. Hago gimnasia todos los días al levantarme y mira: hago tan tan tan tan… [Se levanta de un brinco del sofá, salta a la comba sin comba, hace contorsion­ismo, se pone la pierna en la cabeza…]. ¿Me ves algún achaque? XL. ¡Pare, pare!, no se vaya a romper algo. N.A. De momento no me rompo nada [se ríe]; lo que no quiere decir que mañana no me caiga, me rompa la cadera y me tengan que operar. No tengo achaques y duermo perfectame­nte, qué quieres que te diga. Y no dejo de trabajar porque me oxido. XL. ¿Sabe coser? N.A. ¡Pues claro! Sé coser, sé cocinar, sé limpiar… [ríe]. Cuando era joven, me llevaron a unas clases que daban los del Opus Dei y aprendí todas esas cosas. En casa también había una costurera que nos enseñaba a coser. Y también nos enseñaban a limpiar la plata… XL. ¿Limpia mucha plata en casa? N.A. No, porque es una odisea, aunque ahora hay productos muy buenos. XL. ¿Es religiosa? N.A. ¡Pues claro! Soy católica, apostólica y romana; no voy a misa todos los días, pero los domingos, si no estoy en la quinta puñeta, sí que voy. XL. Las nuevas it girls, las blogueras de éxito y las fashion girls… ¿tienen mucho que aprender de mujeres como usted? N.A. Hay de todo: unas saben mucho y otras son muy osadas y no saben de nada. Yo nunca leo blogs porque no tengo tiempo y me inspiro en otras cosas para hacer bien mi trabajo. XL. ¿Qué le quita el sueño? N.A. Nada. Lo único que quiero es que los niños míos sean felices y ya está.

"Tengo amigos pobres y no pobres, pero con todos comparto mesa y mantel. Lo que pasa es que la gente es muy envidiosa y siempre publican tonterías sobre mí"

Aunque, si un día tengo un problema gordo, como cualquier ser humano, me preocupo, claro; pero por tonterías no me preocupo, no vale la pena. Soy muy positiva y nunca he tenido depresione­s ni cosas de esas, gracias a Dios. XL. Pues ha pasado momentos complicado­s. N.A. Sí, yo he estado muy arriba y muy abajo; pero siempre he salido de todo. Tengo pasión por la vida y por evoluciona­r cada día. Es una señal malísima perder el interés por las cosas. XL. Sé que prefiere no hablar del duque de Feria, pero… N.A. [Me interrumpe]. ¡Qué antigua! ¡Nada, nada! XL. … pero se separó con 45 años. ¿Nunca pensó en volver a casarse? N.A. No, nunca me he querido volver a casar. He tenido muchos novios y muchos amigos estupendos –llámalos como quieras– con los que me lo he pasado fenomenal y que me quiten lo 'bailao'; pero no era cuestión de ir pregonándo­lo por ahí ni vendiendo exclusivas. XL. Le gusta sentirse libre. N.A. Mucho, yo soy una mujer muy libre que viaja mucho. Vivo sola, tengo un hijo casado y otro de 37 años que vive por su cuenta. Los hijos también quieren hacer su vida. XL. ¿Está metida en algún chat? N.A. Claro que sí, de amigos y con la familia, y nos mandamos mensajes y vídeos todos los días. Con lo que ha pasado en Cataluña nos brearon a todos con los vídeos. XL. ¿Le gusta hablar de política? N.A. No. XL. Pero va a las manifestac­iones con la bandera de España. N.A. Claro; porque quiero defender la bandera y a mi país, aunque muchos me ponían verde por la calle cuando me veían. Sigo sin entender cómo se ha dejado llegar a la situación que se ha llegado; no entiendo que esto no se haya frenado antes. Espero que se recupere la normalidad en Cataluña, aunque va a tardar en hacerlo. XL. ¿Usted qué sabe de paraísos fiscales? N.A. Yo sé que existen, que los hay y que la gente pone el dinero por ahí. Y sé que una vez me mandaron a hacer un reportaje a Cayman Islands con Mar Flores. Pero yo solo he ido a esos lugares a trabajar, guapa [se ríe]. Estoy orgullosís­ima de ser española y pago todos mis impuestos, aunque estoy hasta el moño de lo que pago. ¿A quién le gusta Montoro? A nadie, pero tenemos que pagar impuestos, qué le vamos a hacer. El tema Hacienda me espanta, no quiero ni hablar de ello, como le pasa a mucha gente [ríe].

"Estoy orgullosís­ima de ser española y pago todos mis impuestos. ¿A quién le gusta Montoro? A nadie, pero tenemos que pagar, qué le vamos a hacer"

 ??  ?? SASTRE, ABRIGO y TOP, de Síntesis para El Corte Inglés; PENDIENTES, ANILLOS y RELOJ, de Bvlgari; y PULSERA, de Suárez.
SASTRE, ABRIGO y TOP, de Síntesis para El Corte Inglés; PENDIENTES, ANILLOS y RELOJ, de Bvlgari; y PULSERA, de Suárez.
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 ??  ?? VESTIDO, de Síntesis; BISUTERÍA y BOTAS, de Gloria Ortiz; y CINTURÓN, de Fórmula Joven. Todo para El Corte Inglés.
VESTIDO, de Síntesis; BISUTERÍA y BOTAS, de Gloria Ortiz; y CINTURÓN, de Fórmula Joven. Todo para El Corte Inglés.
 ??  ?? SASTRE y JERSEY, de Síntesis; ZAPATOS, de Gloria Ortiz. Todo para El Corte Inglés. JOYAS, de Barcena.
SASTRE y JERSEY, de Síntesis; ZAPATOS, de Gloria Ortiz. Todo para El Corte Inglés. JOYAS, de Barcena.

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