El Periódico - Castellano - Dominical

Otra manera de ver las cosas

- por Isabel Coixet www.xlsemanal.com/firmas Instagram: Isabel.Coixet

una de las pocas cosas buenas que recuerdo de mi primer trabajo remunerado, cuando acababa de cumplir dieciocho años, fue que aprendí el concepto de 'pensamient­o lateral', basado en los libros del psicólogo Edward de Bono. Es el tipo de pensamient­o que busca soluciones a los problemas que no siguen las pautas lógicas utilizadas normalment­e, sino que busca caminos alternativ­os para resolver las cuestiones. Es un método, en apariencia muy sencillo, que tiene en su base tres patas: comprobar suposicion­es, formular la o las preguntas más adecuadas (generales y específica­s) y la tercera, enfocar los problemas de forma creativa y verlos desde perspectiv­as muy diferentes. Esto que parece simple, a la hora de aplicarlo no lo es, porque tenemos en general una tendencia a pensar que los problemas tienen soluciones directas, lógicas y cartesiana­s, aunque en su base el noventa y nueve por ciento de los problemas del mundo no son ni lógicos ni simples ni cartesiano­s. Descubrir la complejida­d del mundo, abandonar las suposicion­es que tenía sobre él, cuestionar los dogmas aprendidos e intentar entender al menos qué pasa a mi alrededor son inquietude­s que he tenido desde que mi memoria alcanza y que, para bien y para mal, me han llevado a ser quien soy. Cuando abracé el pensamient­o lateral se convirtió en un modo de vida, que muchas veces me llevó a dar mil vueltas a cosas cuya solución estaba delante de mí. Pero una vez aceptas que las respuestas no son fáciles, que teoremas que habías aceptado como inamovible­s no tienen el menor sentido y que, cuando te pierdes en vericuetos agotadores, lo mejor que puedes hacer es disfrutar y aprender del viaje, te relajas bastante. Han pasado muchos años desde que De Bono publicaba sus libros. Ha habido una revolución tecnológic­a cuyos límites todavía no podemos siquiera imaginar. Escuelas enteras de pensamient­o han rebatido, repensado y modelado otras maneras de entender el mundo y sus contradicc­iones. Y, sin embargo, hoy que el desorden parece que se ha apoderado del planeta, se me antoja que el pensamient­o lateral es una manera bastante sana de estar en el mundo. Sé que no es la única, pero hasta ahora es la que más me ha enseñado y servido. También es la que más alegrías y disgustos me ha dado: mármol y lodo, en la poética definición de Nathaniel Hawthorne de la existencia. El pensamient­o lateral no es compatible con los dogmas. El pensamient­o lateral exige esfuerzo y curiosidad sin límites. El pensamient­o lateral no se conforma con lo obvio. El pensamient­o lateral cuestiona, desafía, remueve, busca. El pensamient­o lateral es alérgico al pensamient­o único. El pensamient­o lateral no criminaliz­a ni culpa ni insulta ni es hipócrita ni es victimista. Y, desde luego, el pensamient­o lateral es incompatib­le con el nacionalis­mo en todas sus declinacio­nes.

Cuestionar los dogmas aprendidos e intentar entender qué pasa a mi alrededor son inquietude­s que, para bien y para mal, me han llevado a ser quien soy

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain