El Periódico - Castellano - Dominical
¿Por qué España echó a la reina Isabel II?
Cuando Prim y el almirante Topete se sublevaron en Cádiz contra Isabel II, empezó la Revolución de 1868: la Gloriosa
Amediados de 1860, la monarquía española había entrado en barrena. En plena crisis económica, el pueblo, los políticos y los militares mostraban su descontento ante una Corona que no sabía resolver los problemas que sufría el país. Las prácticas dictatoriales del general Narváez y las de su sucesor, el autoritario Luis González Bravo, así como el apoyo de Isabel II a sus políticas ultraconservadoras contribuyeron a incrementar el malestar en la sociedad española. Los progresistas, dirigidos por el general Prim, y los demócratas, partidarios del sufragio universal, habían firmado en 1866 el Pacto de Ostende, por el que se comprometían en coalición a derrocar a la reina. Todo se precipitó el 18 de septiembre de 1868, hace ahora 150 años, cuando el general Juan Prim y el almirante Juan Bautista Topete, al frente de su escuadra, se sublevaron en Cádiz contra la reina, lo que inició la Revolución de 1868, conocida como 'la Gloriosa'. Al día siguiente, tras la llegada de Francisco Serrano y de los Constitución liberal de 1869. Prim fue nombrado dirigente del Gobierno en 1869 y el general Serrano se encargó de la regencia hasta que se eligió para el trono al italiano Amadeo I de Saboya (1871-1873). Fue un intento de establecer un régimen democrático en España, el primero monárquico parlamentario durante los dos años de reinado de Saboya, y después republicano, durante la breve Primera República (1873-1874). Sin embargo, ambas fórmulas fracasaron.