El Periódico - Castellano - Teletodo
Álvaro Rico
«Polo representa cómo es la bisexualidad hoy en día»
C on solo una aparición episódica en la producción Centro
Médico (TVE-1) y cuatro breves intervenciones en la serie Velvet Colección (Movistar+), al joven actor Álvaro Rico (Toledo, 1996) le ha llegado su gran oportunidad con Élite. Gracias a esta serie, en la que forma parte de un grupo de jóvenes actores como él con una gran proyección, su trabajo se podrá ver en prácticamente todo el mundo, dada la gran cobertura internacional de Netflix, – ¿Cómo le llegó la oportunidad de trabajar en la serie Élite? – En mi caso, creo que fui el primero de absolutamente todos. No sé si fui el primero en hacer casting, pero creo que surgió a partir de mi pequeña aparición en Velvet Colección. Cuando terminó mi participación en esa serie me llamaron para hacer un
casting para interpretar al personaje de Guzmán. Después me volvieron a llamar, pero ya para decirme que iba a encarnar el papel de Polo, sin saber quién era. Desde octubre del año pasado, más o menos, ya sabía que trabajaría en Élite. – ¿Y cómo ha sido para usted esta experiencia? – Intensa, muy intensa ya desde el primer ensayo, el pasado mes de enero. – ¿Fue entonces cuando tuvo su primer contacto con su personaje? – Bueno, en mi caso hace un año. Creo que hice el casting como por estas fechas... Tampoco me acuerdo muy bien. Pero que conste que, tal como le he dicho, primero hice el
casting para interpretar el papel de Guzmán, no para el personaje de Polo, pero terminaron dándome a Polo. – ¿Y cómo es Polo? – Él también pertenece a la élite de jóvenes estudiantes, pero está buscando todo el rato cuál es su hueco y su identidad. Su personalidad aún está por definir porque, a lo mejor, no la sabe ni él, y está intentando aparentar. Con la entrada de Cristian en su vidas se creará un poco de poliamor, de triángulo amoroso, creándose un juego que, a priori, es para beneficiar sus diferentes relaciones. Sin duda, Polo representa cómo es la bisexualidad hoy en día.
– Un aspecto que engancha de Élite es intentar adivinar quién es el asesino. ¿Se hicieron quinielas entre los actores cuando leían los guiones? – Claro que había porras. Era la comidilla del rodaje. Pero todo estuvo un poco pactado. El director no quería que los actores lo supieran. Cuando entras en el proyecto ya sabes un poco la biblía de toda la serie, y cómo termina. Pe- ro no se quería que se supiera quién era el asesino hasta la lectura del capítulo ocho, que era casi cuando te ponías a rodar. Así, desde finales del pasado mes de mayo hasta principios de junio no sabíamos realmente quién era el asesino. Había miles de hipótesis, y luego estaba también el hecho de que se intentaba que cada uno de nosotros sintiera que podía ser el asesino. – ¿Qué aspectos de la trama destacaría de Élite? – Creo que todos son muy interesantes y, al mismo tiempo, muy reales. Trata de los problemas actuales que te puedes encontrar en la calle. Son como problemas universales. Al fin y al cabo, el problema que puede tener un chico de clase alta es el mismo a un chico de clase baja. Ya sea conflictos con sus padres o con sus amigos, una situación desagradable que pueda tener como interno o una enfermedad que pudiera padecer.