Mundo Boris, infortunios de vedete
Se ha producido una rareza cósmica. La noche del miércoles, dos programas que competían, analizados en la misma franja horaria en la que coincidieron, hicieron exactamente la misma cuota de pantalla y el mismo número de espectadores. Estamos hablando de Mi casa es la tuya (Tele 5) y Tiempos de guerra (Antena 3). Ambos consiguieron un 15,6% de share, y ambos también lograron 2.230.000 espectadores. Un empate milimétrico. Un dato que en muy pocas ocasiones se da en la televisión.
Vayamos con Bertín, que se desplazó al piso que tiene Boris Izaguirre en Madrid. Ambos nos depararon una velada muy pintoresca. Hizo bien Bertín en dejar a Boris suelto. Dejarle a su aire. Dejar que hablase sin coserle a preguntas. Procurar que él mismo fuese fluyendo, efectivamente. A Boris hay que darle cuerda, la cuerda entera, para que él mismo se vaya enroscando en ella. Como dijo al principio, con gran delectación: «Yo soy un gran egoísta, y un gran narcisista también. Vivo fascinado contemplando la imagen de mí mismo en el espejo».
De toda la larga conversación, plagada de esas frases ingeniosas que tanto le gustan, que tanto disfruta revolcándose
en ellas («Yo no amo, yo absorbo y luego suelto (...) El secreto de mi éxito es una buena crema hidratante y mucha suerte (...) La gran estrella de Crónicas marcianas fui yo. Yo no era el títere que manejaba Xavier apretando un botón. ¡Yo era la estrella! (...) A medida que he ido cumpliendo años he aprendido a dejar de leer El capital y pasar a aprender de verdad estudiando el ¡Hola!»), de todo este arborescente, ocurrente, atractivo y ensimismado universo Boris, les decía, quisiera resaltar la confesión del infortunio que le sobrevino después de Crónicas...
No conocíamos en casa esa especie
de derrumbe personal transitorio. Parece que el peso de Crónicas... le acompañaba a todas partes, oprimiéndole. Se le cerraron las puertas de los circos que antes le contrataban con tanta devoción. Decía: «Muchos dijeron: ‘Ahora que está en momento bajo, vamos a cobrarle todo lo que no
le pudimos cobrar anteriormente’». Y tomó la decisión de marcharse y volver a empezar en Telemundo, en Miami, como colaborador del show de Erika de la Vega Suelta la sopa.
¡Ah! Me alegro que una criatura tan singular como Boris haya reencontrado el rumbo. Creo que hay vedete para rato, afortunadamente.