J. A. Bayona
Director de cine
★★★★
Con una recaudación acumulada de 21,1 millones y 3,3 millones de espectadores, Jurassic World: el reino caído, que lleva la firma del cineasta barcelonés, es hasta el momento la película más taquillera del año en España.
energías a hacer ver ante el mundo que él era el único artista español merecedor de la atención y del aplauso internacional. Una cosa no quita la otra. Artista y asesino, artista y mal nacido son perfectamente compatibles.
En línea con los seres autoproclamados superiores, Lluís Pasqual defendía que la sociedad estaba enferma y el teatro debía restablecerla (sino curarla). Desde su trono, no se privaba de repartir títulos de buena y mala persona. A pesar de sus detractores, habrá que dejar constancia de que si el director del Teatre
Nadie habría piado si no hubiera maniobrado para lograr un tercer mandato en el Lliure
Lliure no hubiera maniobrado para conseguir un tercer mandato, nadie habría piado. Ya que se va, callemos. Mal entendida, farisaica pietas.
Turbados en el Olimpo de su divismo, ni Juanjo Puigcorbé ni Lluís Pasqual advirtieron que el maltrato hacia los de abajo empieza a traer consecuencias. También los que se creen dioses están en manos de los mortales, y terminan con honor o sin él según la consideración pública. Sus agradecidos defensores deberían comprender que la sentencia por falta grave y reiterada de respeto, de simple humanidad, civilidad y cortesía es inapelable.
La exhibición del desprecio es una mancha que no se borra. Tanto da que Pasqual se quede o no al frente del teatro. «Fa’ di tua man no pur bramand’io mora/ che un bel morir tutta la vita honora», imploraba Francesco Petrarca, el más laureado de los poetas. Ay si algunos le hubieran hecho un poco de caso.
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