31 cachorros de perro muertos en una tienda
Según la Guardia Urbana, el local tenía unas condiciones sanitarias deficientes El ayuntamiento encuentra otros 38 animales en cuarentena
El departamento de protección de animales del Ayuntamiento de Barcelona y la Guardia Urbana informaron ayer de que localizaron en una tienda de animales del distrito del Eixample 38 cachorros de distintas razas en cuarentena y 31 cachorros más muertos, congelados y pendientes de incineración. La inspección se realizó a raíz de las denuncias recibidas en la oficina de protección de animales por presuntas irregularidades relacionadas con las condiciones de salud de los animales que se vendian en establecimiento.
Los animales fueron decomisados después de la denuncia recibida. Según fuentes del ayuntamiento, los cachorros enfermos estaban en una sala de cuarentena, un espacio que la administración local etiquetó de «ilegal», que estaba en malas condiciones y que se utilizaba para alojar animales con alguna enfermedad. La información se ha trasladado a la Generalitat, quien tiene las competencias de bienestar animal, y hasta que no se haya dictado la sanción no se hará público el nombre del comercio donde se ha actuado.
AQUEJADOS DE PARVOVIROSIS Las mismas fuentes del ayuntamiento indicaron que los cachorros presentaban síntomas compatibles con la parvovirosis, una enfermedad potencialmente mortal y contagiosa, muy frecuente en perros que no han estado vacunados correctamente en sus primeras etapas de crecimiento. Aparte de los enfermos, durante la inspeción se detectaron 31 cadáveres de cachorros que se encontraban en un congelador, a la espera de su destrucción en una incineradora como residuos especiales. A raíz de ello, el departamento de protección de animales del consistorio recogió siete cadáveres para comprobar la causa de la muerte.
Tras practicar los tests de diagnóstico a algunos de los cachorros se confirmaron las sospechas veterinarias y, en consecuencia, los agentes decidieron requisar todos los cachorros que habían estado en contacto con los portadores originarios de la enfermedad, pues la sala de cuarentena no cumplía con las condiciones higiénicas para evitar la transmisión de esta a los otros animales del comercio.
VENTA PROHIBIDA El ayuntamiento también informó de que durante el traslado a las clínicas veterinarias, dos de los 38 cachorros intervenidos murieron a causa del mal estado en el que se encontraban. Aparte, se ha prohibido su venta hasta que los responsables no acrediten el cumplimiento de un número de medidas de control, como el examen veterinario de todos los cachorros para descartar la infección y su vacunación si hace falta. Una de las obligaciones esenciales del local es asegurarse de que estén libres de enfermedades en el momento de la venta.
Durante la inspección se pudo verificar en cambio que la tienda cumple con todas las condiciones administrativas para el ejercicio de la actividad de venta de animales de compañía, aunque algunos de los espacios del local que se estaban utilizando para la estancia de los cachorros no cumplían las condiciones adecuadas.
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