El Periódico - Castellano

Atraco a tiro limpio en Castelldef­els

Cuatro hombres siembran el pánico en el centro comercial Ànec Blau Un mosso que estaba en una peluquería intentó sin éxito detener su huida

- CARLOS MÁRQUEZ DANIEL

Un mismo suceso tiene tantas versiones como personas lo viven. Ya sea traumático o alegre, la intensidad del sentimient­o suele ir en función del nivel de implicació­n. El atraco a una joyería, por ejemplo, como el que perpetraro­n ayer al menos cuatro hombres en un centro comercial de Castelldef­els. La dependient­a terminó aterrada y no le será fácil volver a la tienda. «¡Tírate!», dice que le gritaron los atracadore­s, antes de liarse a tiros con una puerta ante la aparición de un mosso fuera de servicio. Los trabajador­es de los comercios colindante­s se lo tomaron con más sosiego, pero sus palabras aún destilaban susto cuando ya habían pasado un par de horas. Por último, los que lo sintieron desde una cercanía relativa temieron lo peor al escuchar los disparos: un ataque terrorista. Desde casa, al saber de la noticia, algunos se acordaban de la serie La casa de papel. Los mismos hechos, distintas películas.

Todo cambiaba en el centro comercial Ànec Blau a eso de las once de la mañana. El complejo todavía se desperezab­a del fin de semana. En la joyería Jose Luis, una clienta oteaba el género mientras la única empleada a esa hora la asesoraba en lo que fuera menester. Cuatro hombres, ataviados con monos de trabajo, sombreros y gafas de sol, irrumpiero­n en este comercio esquinero y destrozaro­n tres vitrinas grandes, de las que dan al escaparate, y otras tantas de menor tamaño, de la zona interior de la joyería. Fueron a por lo más caro del lugar: anillos, colgantes y pendientes. Ni un reloj se llevaron. Uno de ellos, tal y como puede verse en el vídeo grabado por una mujer que estaba en una tienda de enfrente, entraba y salía para comprobar que no hubiera moros en la costa. El golpe no duró más de dos minutos. «No es muy inteligent­e colocar una joyería junto a una de las entradas», decía una comerciant­e.

La dependient­a se fue del centro comercial a las 14 horas, tras colaborar un buen rato con los Mossos. Acompañada de un hombre, mientras ya se iba, narró a este diario que todo fue muy rápido y que no podía describir a los atracadore­s. «Nos han dicho ‘¡tírate!’. Y nos hemos quedado en el suelo todo el rato».

SEÑOR CON CAPA Justo en el momento de la huida apareció un hombre con una capa negra. Muchos dejaban volar la imaginació­n, pero la explicació­n era más bien poco marveliana: se trataba de un agente de los Mossos d’Esquadra que se encontraba en la peluquería Núria Pascual. Mientras le acicalaban el pelo, alguien alertó de la situación y el policía no dudó en saltar de la silla. Forcejeó con uno de los ladrones, pero no logró detenerles.

En la huida dispararon en dos ocasiones a la puerta automática. Se marcharon en un coche que habían robado dos días atrás. Lo quemaron a 700 metros del lugar, en un polígono industrial cercano al tanatorio de Gavà, y escaparon en otro auto. Poco después, los Mossos informaban de una «operación abierta» en L’Hospitalet, donde habían sido detenidas un mínimo de dos personas que podrían estar vinculadas con los hechos. Llevaban un arma, pelucas y sombreros. Sospechoso. Pero a media tarde no constaba que hubiera relación alguna. Se sigue buscando a los autores del atraco.

¿Y LA SEGURIDAD? Varios comercios del Ànec Blau consultado­s por este diario coincidían en preguntars­e por qué la seguridad privada no llegó a intervenir durante el asalto. «Yo les vi casi andando hacia el lugar», se quejaba una trabajador­a. Patricia, empleada de una tienda de artículos deportivos, admitía estar todavía nerviosa. A ella la cosa le pilló en la cafetería de al lado. Al ser consciente de lo que estaba pasando, se puso a gritar para alertar a los vigilantes. «Primero pensé que los golpes eran tazas que se habían caído, pero cada vez se repetían más y eran más intensos (eran los atracadore­s aporreando los cristales). Entonces he empezado a ver gente corriendo hacia todas direccione­s, y también a ese hombre con la capa de la peluquería. En el H&M se han encerrado dentro porque pensaban que era un

ataque terrorista».

Núria Pascual, dueña de la peluquería en la que se cortaba el pelo el agente, explicó que el mosso es un cliente habitual, «un chico de unos 30 años encantador». «Ha salido corriendo con la capa y la pistola mientras la chica que vende donuts gritaba ‘¡socorro!’ en el pasillo. Cuando se han ido los atracadore­s, hemos ido y hemos atendido a la clienta de la joyería, una mujer de unos 60 años que estaba llorando y muy nerviosa. Le hemos dado agua. A la trabajador­a la he visto más entera». Dejaron a varias señoras con el pelo a medias. No era cuestión de que temblara el pulso con las tijeras en la mano, así que las mantuviero­n en barbecho hasta que, una vez recuperado el aliento, pudieron rematar la faena.

Ana Torres, gerente del centro comercial, explicó que jamás había sucedido algo similar en los 10 años de historia del complejo. Detalló que ninguna de las dos personas que estaban dentro de la joyería habían resultado heridas, aunque una ambulancia se desplazó hasta al lugar para prestarles la asistencia necesaria.

A las 14.30 horas se abrió la zona. Llegó Manuel, cristalero, que se puso a tomar medidas de las vitrinas rotas. «Veo complicado que esta gente pueda abrir mañana». El centro comercial siguió con su vida, con rebajas de hasta el 70%.

 ?? EL PERIÓDICO ?? Uno de los atracadore­s de la joyería empuña una pistola.
EL PERIÓDICO Uno de los atracadore­s de la joyería empuña una pistola.
 ??  ?? Empleados del centro comercial y personal de seguridad, junto a la joyería asaltada ayer.
Empleados del centro comercial y personal de seguridad, junto a la joyería asaltada ayer.
 ??  ?? EN DOS MINUTOS►Dos momentos del atraco, grabado por una clienta. Arriba, uno de los atracadore­s controla el entorno de la joyería. Abajo, uno de los ladrones encañona al mosso que viene corriendo hacia ellos.
EN DOS MINUTOS►Dos momentos del atraco, grabado por una clienta. Arriba, uno de los atracadore­s controla el entorno de la joyería. Abajo, uno de los ladrones encañona al mosso que viene corriendo hacia ellos.
 ??  ??
 ?? FERRAN SENDRA ??
FERRAN SENDRA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain