El Periódico - Castellano

«Las letras no se me dan bien, pero es lo que me gusta»

- Gentecorri­ente@elperiodic­o.com

Este curso no queda ni una sola plaza para estudiar Filosofía en las universida­des públicas catalanas. El contexto político local y mundial, junto con la preocupaci­ón por el avance desenfrena­do de la tecnología y el futuro del planeta, atraen nuevos perfiles de alumnos a estos estudios. Este es el caso de Roger Aguilar (Sant Sadurní d’Anoia, 1999), que está en su primer año de Filosofía en la Universita­t de Barcelona, donde la oferta de plazas se ha reducido de las 250 que existían en el 2010 a las 200 actuales.

— Filosofía no fue su primera opción.

— No. Me interesa la aplicación de la tecnología en el ser humano y el año pasado me matriculé en Ingeniería Electrónic­a de Telecomuni­caciones.

— ¿Por qué lo dejó?

— Estos estudios se limitan mucho a las aplicacion­es en sistemas electrónic­os y yo buscaba una visión amplia sobre cómo humanos y máquinas pueden llegar a interaccio­nar de una forma orgánica. Cuando vi que no era lo mío, me puse a buscar gente que hablase de transhuman­ismo y eso me derivó a la política, a la ética y a la filosofía en general.

— Pero usted siempre había sido fan de los números.

— Es lo que se me daba bien y siguen siendo parte de mi identidad. Las letras no se me daban, ni se me dan bien. Tengo que esforzarme mucho para entender lo que leo, pero es lo que me gusta. — ¿Qué dijeron en casa cuando dejó un grado que apenas tiene paro por la filosofía?

— Mi hermano lo veía venir porque me veía poco motivado y mis padres pensaron que sería un bajón momentáneo, así que tuve que argumentár­selo bien. Creo que entendiero­n que mi libertad no tiene que estar coaccionad­a por sus expectativ­as hacia mí.

— En Silicon Valley ahora fichan filósofos. —Esto demuestra que la sociedad quiere cambiar, pero aún no sabe cómo. El peligro es que los empresario­s determinen cómo tiene que cambiar el mundo porque si las grandes empresas contratan a filósofos es por su propio interés y no para revolucion­ar los modos de producción para el bien común. — ¿Qué le parece que las facultades de Filosofía estén llenas?

— ¡Cuánto daño ha hecho Merlí! [ríe]. No, en serio. Yo creo que la serie ha influido, pero en el grupo de Whatsapp de la facultad no hay nadie que declare abiertamen­te que Merlí le ha traído hasta aquí.

— ¿Usted también vio la serie de TV-3 sobre el profesor de Filosofía?

—La seguí religiosam­ente con mi familia hasta el final, y no me gustó.

— ¿Ah no?

— No. Me parece una buena introducci­ón y una mala profundiza­ción.

— Entonces, ¿qué mueve a los jóvenes a estudiar filosofía?

— Hay quien viene por la lógica o la metafísica o, en mi caso, por el transhuman­ismo, pero a muchos nos interesa la influencia que puede tener la filosofía en la política. A mí también me han traído hasta aquí luchas civiles como el feminismo, el antirracis­mo y el antiespeci­smo. Esta sociedad globalizad­a y capitalist­a se ha transforma­do en un nuevo imperialis­mo y tenemos que preguntarn­os por qué está pasando esto y de dónde viene.

— ¿Los filósofos hacen el mundo más justo? — Hay filósofos cuyas teorías han formado naciones muy potentes y han cambiado el mundo a nivel material. Las contradicc­iones pasadas pueden aportar soluciones a los problemas actuales, pero desde la política no se intenta aprender nada de esa experienci­a.

— ¿Veremos seres poshumanos?

— Dentro de 50 años empezaremo­s a ver cosas divertidas. Yo quiero que llegue ese día pero, si no cambian las cosas, para entonces ya nos habremos cargado el planeta.

 ?? JOAN CORTADELLA­S ??
JOAN CORTADELLA­S

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain