Calviño: «No son políticas descabelladas»
La ministra de Economía, Nadia Calviño, defendió ayer las cuentas del Gobierno para el 2019 de los ataques del PP y de Ciudadanos, que ven en los planes del Ejecutivo un derroche de gasto público y unos ingresos inflados. Según Calviño, el Plan Presupuestario remitido el lunes por el Gobierno a la Comisión Europea «es más ortodoxo que bajar impuestos con un déficit del 5% del PIB y con una deuda pública por encima del 100%», según dijo la ministra en la Comisión de Economía del Senado, cuestionando así las últimas decisiones del Gobierno de Rajoy de rebajas tributarias que en su día fueron muy mal recibidas por las autoridades europeas.
Frente a esto, «nuestro plan está en línea con lo que prevé el Plan de Estabilidad y Crecimiento» de la Unión Europea, dijo la ministra, en alusión al objetivo del Gobierno de aplicar un ajuste estructural equivalente al 0,4% del PIB el año próximo.
Según Calviño, la política fiscal descrita por el Gobierno incluye reducir el déficit público en 0,9 puntos del PIB en el 2019 (hasta el 1,8% del PIB), y lograr el primer superávit primario de las cuentas en los diez últimos años (diferencia entre ingresos y gastos sin incluir los intereses de la deuda pública), así como reducir la deuda pública en 1,5 puntos, hasta el 95,5% del PIB.
Además, se prevé que el gasto público crecerá menos que el PIB nominal, así como un aumento del peso de los ingresos del 38,5% hasta el 39,1% del PIB que, en todo caso, aún queda lejos de la media europea del 46% del PIB.
«No son políticas descabelladas» dijo la ministra para desmontar el «tono catastrofista» que los senadores de PSOE y Unidos Podemos habían detectado en las intervenciones de los representantes del PP y de Ciudadanos. «La nuestra es una política fiscal ortodoxa y responsale, pero razonable» subrayó la ministra.
Calviño juzgó «despropocionado» llamar «dieselazo» a los planes para equiparar de forma paulatina la fiscalidad del gasóleo a la de la gasolina, ya que –según dijo– no afectará a los conductores profesionales y en el caso de los particulares tendrá un impacto limitado, de unos 3,3 euros al mes.
Respecto a las críticas sobre una presupuestación optimista de los ingresos asociados a la puesta en marcha de la nueva tasa Google, la ministra se defendió argumentando que la mayor recaudación prevista de 1.200 millones de euros al año es inferior a los 1.500 millones que había previsto el anterior ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para el 2019.
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La ministra de Economía defiende que sus cuentas son más ortodoxas que algunas de Rajoy