Torra busca un apoyo exterior que Maragall juzga prematuro
El 'president' regresa de Suiza sin respaldos de peso a su plan de mediación
El factor exterior es una de las claves del éxito o no del proceso soberanista. Como es conocido, y admitió de nuevo este mismo miércoles el ‘president’, Quim Torra, en su conferencia en Ginebra (Suiza), la respuesta de los estados a la demanda de autodeterminación de Catalunya es, en el mejor de los casos, el silencio, aun- que el Govern se queja amargamente del boicot sistemático y pormenorizado del Estado a sus planes en el exterior. La intención del ‘president’ no es otra que la de potenciar a partir de ahora ese frente, buscando una mediación internacional al conflicto catalán.
Sin embargo, su estrategia ha topado de entrada con dos escollos, uno externo y otro interno. El exterior, el escaso eco que por el momento tiene su agenda internacional (y valga el viaje a Suiza como ejemplo). El interno, a vueltas con la difícil cohabitación entre posconvergentes y republicanos en el Govern, es la enmienda planteada por el ‘conseller’ de Exteriors, Ernest Maragall, ayer
mismo, advirtiendo de que, antes de buscar socios en el mundo, el soberanismo debe hacer los deberes en casa y superar el 50% de apoyos.
La mayoría social, una de las claves de la cuestión independentista, aflora de nuevo. Es conocida la posición de Torra: sí existe tal mayoría, a la vista del resultado del 27-O y del 21-D. No opinan lo mismo en ERC. Y eso lesiona el plan exterior. Un plan que ha pasado estos dos días por un viaje a Suiza en el transcurso del que llegaron las palabras de Maragall en una entrevista a la BBC.
Palabras sobre las que Torra evitó pronunciarse en el tren de Ginebra a Zúrich. En cambio, el ‘president’ prefirió centrarse en insistir en la necesidad de una mediación internacional. Se lo planteó al principal interlocutor político que ha tenido durante su viaje: el presidente del cantón de Zúrich, Thomas Heininger. Con él se entrevistó en el final de un viaje cuyo epicentro ha sido la conferencia en la Universidad de Ginebra en la que tampoco hubo asistencia política o institucional destacada más allá de una representación de los flamencos belgas.
LAS CITAS CON ROVIRA Y GABRIEL / Así, las entrevistas más destacadas fueron las mantenidas con la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y la dirigente ‘cupaire’ Anna Gabriel. Ambos encuentros rodeados de discreción y sin más recorrido político que el de mostrar la solidaridad de Torra con los «exiliados». Incluso la CUP ayer echaba agua al vino a la trascendencia de la reunión.
Con todo, el jefe del Govern persistirá en su estrategia exterior, en la que el Consell de la República tendrá un papel destacado. Un Consell que se creará próximamente.
Y mientras, nuevas muestras de distanciamiento con el Ejecutivo del PSOE. Ayer Torra le advirtió de que si no retira los recursos ante el Tribunal Constitucional contra las leyes sociales del Parlament, en especial la de pobreza energética y vivienda, el Govern volverá a aprobarlas.
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