El Barça se estrena en Europa con una trabajada victoria

El cuadro azulgrana, liderado por Tomic, Singleton y Blazic, supera con apuros al Bayern

El Barça ya sabe lo que es ganar en Europa. Después de dos derrotas en las dos primeras jornadas, consiguió frente al Bayern Múnich en el Palau una victoria que era imprescindible para no disparar las alarmas (83-73). Pero fue un triunfo que no dejó grandes sensaciones. El síntoma no desaparece. A pesar del buen encuentro de Tomic (18 puntos), del despertar de Singleton (15 puntos, 5 rebotes) y del abrumador dominio en el rebote (34 frente a 16), el Barça es un equipo al que le cuesta cerrar los partidos.

El equipo azulgrana ha perdido rango en Europa y se está convirtiendo en un equipo instalado en la discreción, porque carece de algunas de las armas que caracterizan el baloncesto moderno. Le falta tiro exterior, que es lo más preocupante, imprescindible hoy en día para abrir defensas y cerrar los partidos si se coge una buena racha de triples. Solo cuenta con Kuric como killer fiable, lo que facilita la defensa del rival y el escolta estadounidense, que acabó con 3 puntos, no tuvo su día.

Le faltan jugadores capaces de jugársela en el uno contra uno, y desequilibrar en momentos complicados. Y le falta solvencia atrás, tanto por la falta de defensores como de hombres capaces de desplegar un intenso trabajo físico, un déficit en el que Pesic tiene una gran parte al limitar al máximo las rotaciones y marginar a dos jugadores como Pustovyi o Smits que podrían ayudar.

SIN TIRO EXTERIOR Con un solo triples de ocho intentos en el primer tiempo (frente al 5 de 7 del Bayern) y solo 6 puntos de los 44 anotados por parte de sus exteriores, el Barça fue incapaz de consolidar la rápida ventaja de 16 puntos que logró establecer en el primer cuarto (24-8, m. 8), un margen que llegó sobre todo por acciones individuales de Pangos y de los balones puestos a Tomic en la zona, que el equipo alemán no tardó en lichas, mitar. Es un equipo falto de equilibrio y también de pegada.

Cuando el rival es capaz de reducir esa conexión entre los bases y los pívots azulgranas, los encuentros se convierten en un dura travesía para los hombres de Pesic. Peor aún si la defensa hace tantas concesiones como hizo ayer, cuando apareció Maodo Lo en cancha, un tirador de ra- que encadenó siete puntos casi consecutivos en un abrir y cerrar de ojos y devolvió el equilibrio en el descanso (44-36).

Dos rápidos triples del Bayern, un equipo que venía de ganar al Panathinaikos, unidos a tres pérdidas nada más reanudarse el encuentro añadieron aún más espinas en el camino a los barcelonistas (51-47, m. 25) que solo empezaron a ver la luz cuando Singleton, hasta ahora lejos del jugador que se espera, y Blazic dieron un paso adelante y encadenaron tres o cuatro acciones buenas (65-54, m. 30).

Pero ni por esas consiguió el Barça sentirse tranquilo hasta el final a causa de las pérdidas, cierta espesura en ataque y la falta de un líder que arrastrara al grupo, síntomas de que Pesic tiene aún mucho que corregir.

«Era muy importante sacar esta victoria porque tenemos un calendario complicado, con seis de los ocho primeros partidos fuera», resumió Pesic, feliz por el desenlace.H