Sánchez acusa a PP y Cs de minar «la convivencia y la paz social»
El presidente se presenta como antídoto contra la «política pendenciera» de Casado y Rivera Advierte a los bancos de que «la solidaridad es recíproca» tras el decreto sobre las hipotecas
Cinco meses y medio después de llegar a la Moncloa a través de una moción de censura, Pedro Sánchez celebró ayer su primer comité federal del PSOE en esta nueva etapa. Algunos dirigentes todavía no lo han interiorizado. Todavía les provoca sorpresa el cambio. Incluso en los escalones más altos. «Cuando he oído decir que estaba aquí el presidente del Gobierno de España, ¡me han temblado las piernas! ¡Por fin tenemos un presidente del Gobierno que es nuestro! ¡Nuestro, de verdad!», dijo el líder de los socialistas madrileños, José Manuel Franco, al comienzo del mitin posterior a la cita orgánica, en el que Sánchez se presentó como el dirigente de la «esperanza», el antídoto a la «política pendenciera» que representan el PP y Cs. Ambos partidos, continuó, están «socavando los pilares de la convivencia y la paz social».
El jefe del Ejecutivo no dio grandes titulares, pero ofreció pistas sobre su estrategia electoral: enarbolar el «sentido común», atacar al PP y Cs y no mencionar a su principal socio, Podemos, que ahora se encuentra muy lejos de sus posiciones anteriores, cuando amenazaba al PSOE como partido hegemónico en la izquierda. El discurso puede no ser del todo coincidente con el de algunos de los líderes territoriales del PSOE (la andaluza Susana Díaz y el aragonés Javier Lambán no descartan pactar con los naranjas tras los comicios autonómicos), pero ahora nadie en el partido está dispuesto a minar al secretario general.
ALARGAR LA LEGISLATURA Su autoridad no está en discusión. Y el sentir mayoritario es que continuará en la Moncloa tras las generales, que él insiste en celebrar en el 2020, agotando la legislatura, consiga o no aprobar los Presupuestos Generales del Estado del año que viene. Sánchez, de hecho, ya está en campaña. Este no fue un comité federal ortodoxo, con un intenso debate a puerta cerrada tras el informe político del secretario general. La cita interna, convocada para proclamar a los candidatos autonómicos, apenas duró 40 minutos, y sirvió de excusa para el mitin, con Sánchez sacando pecho de las iniciativas del Gobierno.
La última, el decreto aprobado el pasado jueves para que la banca se haga cargo del impuesto de las hipotecas, revirtiendo la decisión que había tomado justo antes el Tribunal Supremo. Aquí Sánchez recordó el rescate de las entidades financieras aprobado por Mariano Rajoy en el