El Periódico - Castellano

Un siglo de desigualda­d

Cien años después de aprobar el derecho de voto de las mujeres, Alemania las discrimina

- CARLES PLANAS BOU

«Bajo la presión irresistib­le del auge de la clase obrera, el estado capitalist­a claudicó ante las mujeres proletaria­s al admitirlas en asambleas públicas y asociacion­es políticas […] La consecuenc­ia inevitable es que hoy millones de mujeres reclaman desafiante­s y llenas de confianza: ¡Queremos el voto!». Convertida ya en un referente de la lucha marxista, Rosa Luxemburgo anticipaba en la jornada de mujeres socialdemó­cratas de Stuttgart de 1912 un hito de la emancipaci­ón femenina en Alemania.

La derecha militar alemana en la primera guerra mundial arrastró consigo al Reich y al káiser Guillermo II. Las viejas estructura­s colapsaron y de esos escombros nació la República de Weimar, primer capítulo de un inestable parlamenta­rismo democrátic­o que abría una nueva ventana de oportunida­des a las mujeres. El 12 de noviembre de 1918, tan solo dos días después de su proclamaci­ón, el consejo de delegados del pueblo dejó huella en los libros de historia al establecer el derecho a voto femenino.

Gran brecha salarial

Un siglo después de ese hito la mejora social es más que evidente. Sin embargo, Alemania dista de ser un modelo a seguir. En pleno 2018, la potencia económica de Europa es también uno de los países del continente con una mayor brecha salarial de género. Así, las mujeres alemanas cobran un 21,6% menos que los hombres, una desigualda­d que tan solo superan la República Checa y Estonia, mientras que su salario es un 7% inferior por el mismo trabajo.

Aunque el informe anual del Foro Económico Mundial del 2017 situaba Alemania en la posición 12 de entre 144 por lo que respeta a igualdad de género, las cuotas de poder femenino siguen estando bajo mínimos. En 2015, tan solo el 7% de los cargos directivos de empresas que cotizan en bolsa eran ocupados por mujeres.

Hay una mujer en la cancillerí­a y en la presidenci­a de cinco de los seis partidos con representa­ción parlamenta­ria. Y tales cuotas de poder llevan a pensar que la igualdad de género es un hecho en el hemiciclo. Pero nada más lejos de la realidad. En el plano político Alemania también cojea. Esa presencia femenina es un espejismo. Es el parlamento más masculino de las últimas dos décadas. Un 30,7% de los diputados del Bundestag son mujeres, la cifra más baja desde 1998.

El partido con menos presencia femenina en sus filas es la ultraderec­hista Alternativ­a para Alemania (AfD) con un 11%. No sin relación, en las elecciones federales del 2017 la formación antiinmigr­antes fue la que registró mas votos masculinos, un 16,3% frente a un 9,2% emitidos por mujeres.

En el Bundestag actual tan solo la izquierda sindicalis­ta de Die Linke (53%) y Los Verdes (58%) cuentan con una cuota mayoritari­a de mujeres. En la CDU de la cancillera Angela Merkel las mujeres solo ocupan un 20% de los cargos.

Tras la liberación del periodo de entreguerr­as, el feminismo alemán volvió a quedar soterrado bajo el yugo del nazismo, que apartó a las mujeres de la vida política y las relegó al papel de incubadora­s de la raza aria. Con la recuperaci­ón de la posguetual rra, sus reivindica­ciones volvieron a crecer en la Alemania dividida a partir de la década de los 80. En el Oeste vinieron acompañada­s de la irrupción política de Los Verdes.

Sin embargo, la reunificac­ión no trajo una mejora directa de los derechos de las mujeres. La Alemania ac- mantiene una ley nazi de 1933 que penaliza ofrecer informació­n pública sobre el aborto. Aunque es técnicamen­te ilegal se consiente la práctica cuando se realiza en las 12 primeras semanas se gestación. El país ha tenido que esperar hasta el 2015 para que la píldora del día después esté disponible en las farmacias sin receta.

Aunque el gobierno ha impulsado medidas para reducir la desigualda­d como una cuota femenina del 30% en los consejos de administra­ción de las grandes empresas, esas han sido obra de los socialdemó­cratas. Reacia a declararse feminista, Merkel se opuso a esa propuesta en el 2013.

El 19 de enero de 1919 las mujeres alemanas votaron por primera vez. Asesinada cuatro días antes por un grupo paramilita­r nacionalis­ta aliado con el SPD, Rosa Luxemburgo no vivió ese hito. Hoy aquel acto revolucion­ario sigue siendo incompleto.

El 31% de miembros del Bundestag son mujeres, la cifra más baja desde 1998

 ?? BPK / HERBERT HOFFMANN ?? Rosa Luxemburgo, que consiguió el voto femenino en Alemania hace cien años, en un mitin en este país.
BPK / HERBERT HOFFMANN Rosa Luxemburgo, que consiguió el voto femenino en Alemania hace cien años, en un mitin en este país.

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