Sandra Sánchez gana el oro tras una gran final
La española, de 37 años, tumba a la japonesa Shimizu y Damián Quintero se cuelga una plata
Sandra Sánchez, oro, y Damián Quintero, plata, llevaron el kata español a lo más alto en los Mundiales de kárate que se disputan en Madrid, ambos ante rivales de Japón, el país donde nació este deporte y el que proclamará dentro de dos años a los primeros campeones olímpicos. Sánchez se impuso en la final femenina por 3-2 a la japonesa Kiyou Shimizu, ganadora en las dos anteriores ediciones, y Quintero cayó minutos después en la final masculina por 5-0 ante Ryo Kiyuna, que suma su tercer título y llegará a los Juegos como campeón vigente desde 2014.
Estas dos medallas se suman en el botín español a los bronces de Babacar Seck en +84 kilos y del equipo de kumite femenino, más otras tres (oro, plata y bronce) en parakárate, y confirma a esta selección como potencia, pese al salto de calidad dado por terceros países tras la conversión del kárate en deporte olímpico.
Sandra Sánchez, número uno de la clasificación mundial y ganadora de la Premier League, logra su primer triunfo individual de categoría universal, que suma a sus cuatro campeonatos de Europa. El oro de ayer en Madrid de la karateca nacida hatos. ce 37 años en Talavera de la Reina supera toda la lógica. Sandra Sánchez entró en la selección española con 31 años, con 33 emigró a Dubai por la falta de perspectivas en España, se proclama campeona con 37 y gana a la anterior poseedora del oro, 13 años menor y miembro del todopoderoso equipo de Japón.
SILENCIO ESPECTACULAR El Wizink Center, con las gradas repletas, se sumió en el silencio. La espectacularidad del kata, el salto de la española y sus voces arrancaron finalmente los aplausos del estadio. La líder mundial remató su trabajo sin desfallecer en ningún momento y esperó la actuación de Shimizu. La japonesa, se lo puso difícil a los jueces, pero el triunfo no se le escapó. «He demostrado que la edad es solo un número. Aún no puedo definir los sentimien- Estoy nerviosa, emocionada, superfeliz. Quiero gritar, llorar, saltar, soy una mezcla de emociones», dijo la campeona.
«He demostrado que la edad es solo un número. Estoy superfeliz», dice la campeona talaverana