Urgencias electorales
Si exigimos minimizar toda interacción ¿ahora vamos a pedir que salgan de golpe 5,5 millones?
El aplazamiento electoral ha dejado nuevamente a merced de los tribunales la resolución de una decisión que, como tantas otras, no debería salir del ámbito estricto de la política. Claro está que en Catalunya llevamos unos años con no pocos sobresaltos. Las últimas elecciones catalanas fueron convocadas por Mariano Rajoy, luego de suspender la autonomía y de meter en la cárcel al grueso del Govern excepto los que pusieron los pies en polvorosa.
Luego vino la, a todas luces, desproporcionada inhabilitación del ‘president’ Torra por retirar a destiempo una pancarta a favor de los presos políticos. Tamaña hazaña acabó en su inhabilitación, que este, todo sea dicho de paso, aceptó sin más. Otro cantar es que Torra no cumpliera con su palabra tras dar por agotada la legislatura. Cedió a las presiones de Junts y optó por no convocar elecciones para dar tiempo así, a los suyos, a preparar el envite electoral. Ese día se estaba dando de facto el pistoletazo a una campaña electoral con uno de los partidos gobernantes ejerciendo a su vez de Govern y de feroz oposición, un episodio tan inédito como insólito.
Las elecciones, como vascos y gallegos, se deberían haber celebrado a finales de verano a no más tardar. Pero ese dato –el aplazamiento y posterior celebración de elecciones en Euskadi y Galicia– es muy revelador. Fue una decisión política en la que no mediaron los tribunales. Sí el ministro Illa, que manifestó sus dudas hasta el último momento. Pero no sobre el primer aplazamiento sino cuando se planteó la celebración en verano. Sorprende que ahora no vea inconveniente alguno. Y eso que el escenario que se baraja para el 14-F es de 250.000 confinados, en casa. Luego está el miedo que se ha inoculado a tantísima gente que ya no sale por terror a contagiarse. Los restaurantes se han vaciado la última semana. Si además estamos exigiendo a minimizar toda interacción social ¿ahora vamos a pedir que salgan de golpe y porrazo 5,5 millones? Cuanto menos, tiene una escasa lógica.