Cementos Molins toma el control de Escofet
La firma es la responsable del ‘panot’ de la rosa de las aceras de Barcelona
Cementos Molins ha reforzado su negocio en España con la toma de control de Escofet 1886, compañía especializada en el diseño e industrialización de elementos urbanos y hormigón arquitectónico. Con esta operación, materializada a través de la compra de participaciones a los dos primeros accionistas familiares de Escofet 1886, así como a otros más pequeños, Cementos Molins ha pasado de tener el 37% de las acciones a alcanzar el 76%. La presencia de Cementos Molins en el accionariado de Escofet se remonta a 1989, cuando adquirió el 25% de la sociedad.
«Esta operación permitirá acelerar el crecimiento del negocio y aprovechar un gran potencial de sinergias gracias al prestigio de la marca Escofet y sus diseños innovadores junto a la competencia técnica e industrial de Cementos Molins y a su músculo financiero», destacó la firma de la familia Molins.
Escofet 1886, con casi 135 años de historia, tiene su sede en Martorell (Barcelona), cuenta con una plantilla de 88 trabajadores y obtuvo una facturación de 14 millones de euros en 2019. La compañía está focalizada en los negocios de ambientación urbana (que incluye mobiliario de hormigón, mobiliario multimaterial, pavimentos e iluminación) y en el de hormigón arquitectónico (que comprende elementos de fachada, cerramientos y elementos singulares, fabricados en hormigón autocompactante y de altas prestaciones).
Una trayectoria centenaria
Escofet 1886 tiene su origen en Barcelona, ciudad que ha servido de escaparate para proyectar su negocio en el ámbito inernacional. La compañía, responsable entre muchos otros célebres proyectos del icónico panot (baldosa) de la rosa y del panot Gaudí de paseo de Gràcia, ha colaborado con las grandes figuras de la arquitectura como Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner, Enric Miralles, Jean Nouvel, David Chipperfield y los japoneses Arata Isozaki o Toyo Ito.