Acusado un vigilante por no frenar un ataque homófobo
El fiscal pide prisión e inhabilitación para un empleado de seguridad de un local de comida rápida por su «inactividad» ante una agresión.
«Vamos fuera del local, que voy a hacerte hetero a hostias. Hoy es el día de las hostias. ¿Quieres ver cómo te la suelto?». A continuación, J. M. S. G., con antecedentes por actuaciones violentas, empujó a A. L. C, contra quien iba dirigida esa frase, haciendo que este se golpeara contra una máquina dispensadora de un local de comida rápida de Barcelona. El fiscal contra los delitos de odio, Miguel Ángel Aguilar, solicita en su escrito de acusación 18 meses de prisión contra el agresor, aunque la novedad es que reclama nueve meses de cárcel e inhabilitación para ejercer su profesión para el vigilante de seguridad del establecimiento por «permanecer inactivo» ante el ataque homófobo.
A las 0.15 horas del 28 de junio de 2019, Día del Orgullo Gay, A. L. C., tras haber participado en los actos del pregón de dicha celebración en la plaza de la Universitat, se dirigió a un establecimiento de comida rápida. Mientras estaba escogiendo lo que quería consumir en las máquinas de autoservicio, se levantó de su silla J. M. S. G para increparle agresivamente por la espalda. Sin discusión previa, el imputado «de forma absolutamente gratuita» y con el «ánimo de vejarlo públicamente», empezó a meterse con la víctima, guiado por «su profunda animadversión a su orientación sexual y a su firma de vestir, que no respondía a su intolerante forma de pensar».
El agresor «reprendió hostilmente» al joven homosexual de tal manera que sus palabras fueron audibles por la clientela del restaurante y sus trabajadores. Lo humilló con expresiones como «tápate, que das vergüenza ajena y hay niños» y «luego nos escandalizamos con las mujeres que son violadas y matadas por vestir provocativas y tú eres un ejemplo de qué te puede pasar», a la vez que le amedrentaba con frases como «mejor que lleves un guardaespaldas, porque ahora, cuando salgas, te voy a dar tal hostia que la mariconería se te va a quitar». Después lo empujó. Toda la escena fue grabada en vídeo.
Obligado por contrato
La fiscalía detalla que el vigilante de seguridad del local, D. J. T., sabiendo «del carácter altamente conflictivo» de J. M. S. por problemas anteriores, permaneció «inactivo», permitiendo que el ataque homófobo se produjera y, por lo tanto, «se llevara a efecto la humillación pública de la víctima», sin intervenir «activa y decisivamente» para frenar la «conducta vejatoria». La acusación recuerda que el empleado seguridad está «legalmente y contractualmente» obligado a actuar para impedir una acción de estas características y, en cambio, se limitó a avisar a los Mossos d’Esquadra que dos clientes se estaban amenazando.