Simón admite que la variante inglesa será dominante en marzo
Científicos europeos piden en ‘The Lancet’ aumentar las restricciones de inmediato ante una cepa mucho más contagiosa, pero el epidemiólogo del Gobierno español no lo ve necesario
Fernando Simón empezó hablando la semana pasada de que la variante británica tendría «un impacto marginal», unos días después se mostró «preocupado» y ayer admitió que es probable que acabe siendo la cepa dominante en España hacia mediados de marzo, con una presencia de entre el 40% y el 50% del total. Al ser mucho más contagiosa (entre un 30% y un 50%) su impacto en la pandemia sería enorme, pero el portavoz técnico del Gobierno para la epidemia no cree que sea necesario implementar nuevas restricciones a nivel nacional. «Lo importante es aplicar bien las que estamos aplicando, algo que con la cepa británica cobra aún más importancia», señaló.
La previsión de Simón es imprecisa, dado que parte de las estimaciones de los estudios disponibles en España muy preliminares. El pasado lunes sostuvo que está por debajo del 5% de prevalencia y ayer, que podría ser quizás del «2%, del 3% o del 4%».
Otros científicos sostienen que la prevalencia de la variante se duplica cada semana en contextos de alta transmisión como el español, con lo que si ahora estamos en el 4%, en cuatro semanas, hacia finales de febrero la prevalencia podría ser ya del 60%.
El giro de Sanidad se produjo el día en que desde distintos foros se advirtió de que hay que actuar ya contra la cepa. Catorce científicos centroeuropeos de alto nivel publicaron ayer una carta en la revista científica The Lancet en la que reclaman a los Estados que aumenten inmediatamente las restricciones a la movilidad y a la interacción social tanto de ámbito fronterizo como en el interior de cada uno de ellos ante la llegada de las nuevas variantes británica y sudafricana.
Los expertos se centran especialmente en la británica, la más extendida, y aseguran que podría causar «una nueva ola de propagación viral» que no podría ser frenada por «las medidas actuales» aunque la curva de contagios estuviera estabilizada o estancada.
Los firmantes del artículo brindan un cálculo fácil de entender para quienes siguen los boletines diarios de la pandemia, especialmente los de Catalunya: «Las estimaciones sugieren que R podría aumentar de 1 hasta 1,4». Es decir, la velocidad de reproducción, el número de personas que contagia cada infectado aumentaría en 0,4.
Disparo de infecciones
En Catalunya, con la R ayer en 1,07, pasaríamos a 1,47. Los contagios se dispararían como ocurrió en la primera semana de enero. En otras autonomías, la situación podría ser aún más delicada. Murcia y Castilla y León se sitúan, por ejemplo, por encima del 1,8, con incidencia por encima de los mil casos por 100.000 habitantes.
Los epidemiólogos, virólogos y expertos en otras materias relacionadas con la transmisión de virus que suscriben la carta hacen hincapié en una cuestión clave. Aunque aún no se tiene la certeza total sobre estas predicciones, «las acciones deben tomarse de inmediato». «Una vez que se haya establecido una variante más contagiosa, será cada vez más difícil estabilizar el número de nuevas infecciones», alertan.
Los científicos subrayan que «a pesar de la disponibilidad de vacunas eficaces, la producción para satisfacer la demanda y la implementación de los programas de vacunación llevará meses», durante los cuáles «las nuevas variantes podrían exacerbar rápidamente la crisis, mucho antes de que se vacune a suficientes personas». Entre los firmantes figuran Viola Prieseman, física del Intituto Max Plank; Rudi Balling, director del Centro de Biomedicina de Luxemburgo, y las virólogas alemanas Melanie M. Brinkmann y Sandra Ciesek.
En la misma línea que los científicos, el Centro Europeo para la Prevención de Enfermedades (ECDC) pidió ayer «un aumento rápido del rigor de las medidas en las próximas semanas y acelerar las campañas de vacunación» para hacer frente a las nuevas variantes en la evaluación diaria de riesgos de ayer.