Perros ‘influencers’
Sus seguidores les piden un hijo suyo como a las estrellas del rock. Algunos superan el millón de ‘followers’. Estas mascotas se ganan el pienso con el sudor de sus posados.
Dan la impresión de preocuparse menos por el dinero que Pancho, el perro de la lotería. Algunos superan el millón de seguidores. Posan con deje de Dulceida y pueden presumir de ser virales en TikTok e Instagram. Los invitan a fiestas, hasta los reconocen por la calle. ¿Los caprichos de estos influencers? «Un porrón de chuches», resoplan sus humanos.
Se los ve currantes: al menos van todo el día con la lengua fuera. Serán perros, sí, pero hace años que se ganan el pienso con el sudor de sus posados. ¿Buen sueldo? «¡Guau!», te dirán ellos. Al menos se pagan sus caprichos, puntualizan sus dueños. No es fácil, no. Las redes se están llenando de mascotas con aspiraciones profesionales.
Skyler te mira con la misma pose de indiferencia que Melania al hacer desplantes a Donald Trump. Esta bull terrier blanca ya es una celebridad en TikTok. Sus seguidores le piden un hijo suyo como a los cantantes de rock. Uno de sus vídeos supera los 15 millones de visualizaciones. Comparte piso en Sabadell con Nova, otra bull terrier con cara de no haber roto un plato, y Riddick y Noa, dos mezclas de pitbull con american. Miran a cámara como si posaran para un retrato en Los Bridgerton. Se los conoce como los @tik_dogs. El domingo superaron el millón de seguidores en TikTok. Están en una agencia de influencers.
«Tengo que repetir más mis tomas que las de ellos», asegura Laura. «Esa es la del TikTok», la reconocieron el otro día por la Rambla. Además de con cuatro perros, vive con dos hurones, un conejo y dos ratas. «Empecé con la tontería y, mira, aquí estamos». Es creadora de contenidos de TikTok. La app china ha lanzado un fondo para creadores de 60 millones. «El mes pasado retiré unos 70 euros –se ríe–. Pero al menos estoy agradecida porque monetiza algo». Para un vídeo de 15 segundos puede estar más de una hora.
A Eddie también le suelen reconocer por la calle. Ha salido hasta en el ¡Hola! Él se deja acariciar con cara de famoso resignado. Hoy se pasea por un parque de Sants con un abrigo a juego con el de su dueña. Se llama como el perro de Frasier. También
es jack russell y le gustan los bares. Este sale en las bolsas de comida para perros. Ya se paga él hasta la mutua. «Se autofinancia», se ríen sus dueños. En Instagram es @eddie_jackrussell. Tiene más de 22.000 seguidores y web. «Paseando por la calle nos pararon para un anuncio», recuerdan Xavi y Anna. «Todo ha sido muy al azar».
«Con Eddie te pasan cosas que no te pasarían nunca», dicen. Les han invitado a Madrid para ir de
brunch con otros perros influencers. Hasta han viajado a París. «Y descubres cosas que no sabías ni que existían –se ríe Xavi–, como este conjunto». Y señala los abrigos a juego de Anna y Eddie. ¿Podría ganar más? «Sí, si no tienes escrúpulos», dice Xavi. «Cada semana tenemos cinco o seis peticiones. Y la mayoría las denegamos».
«Haces comunidad»
Neula llegó a ser el perro español con más seguidores de Instagram. @neulathedog tiene más de 40.000 followers. «Años de trabajo», dice Vitória. Se la suele ver por Sant Gervasi. Es una mezcla con jack russell. Cara simpática, aura fotogénica. Aún duerme con peluche (Xuxu). Ejerce más de terapeuta que de influencer. Su dueña postea sus posados con reflexiones emocionales (en inglés; Vitória es brasileña). La gente ya asocia a la mascota con los consejos. En plena pandemia, abrió una tienda online. «Estamos creando contenido, pero detrás hay unos valores y un amor muy grande por nuestros animales», insisten Kesiah y Xenia. Las dos comparten un grupo de Whatsapp de mascotas instagramers de Barcelona. «Haces comunidad», aseguran.
Los que posan a lo Laura Escanes son la troupe peluda de Kesiah y Eduardo. Tres pomeranias con más accesorios que una Kardashian. Acaparan un armario. Doudou, BonBon y TamTam, se llaman. @pompomilicious, en las redes. Tienen web y más de 200.000 seguidores entre TikTok e Instagram. Una de sus colegas perrunas es Roma. Una shiba inu de cara más angelical que Lassie. @miss_ roma_the_shiba. Casi supera los 500.000 seguidores en TikTok. Su dueña, Xenia, no ha vuelto a poner la ubicación en los stories desde que se le apareció una chica corriendo. «Se bajó del autobús para saludar a mi perra». ¿Qué significa tener una mascota influencer? «Una responsabilidad enorme –apunta Kesiah–. Estar en el punto de mira». Xenia asiente. «Creo que las mascotas influencers –explica Kesiah, experta en márketing– van a dar mucho que hablar».
Posan con deje de Dulceida, los invitan a fiestas y los reconocen por las calles La dueña de Roma puso su ubicación en un ‘stories’ y una chica corrió a saludar a la perra