‘Els subornats’: proyectar preguntas
La nueva obra de la compañía La Ruta 40, dirigida por Lurdes Barba, actúa de plato fuerte del ciclo que la Sala Beckett dedica a la dramaturga Lluïsa Cunillé. Sin el estrecho binomio Sala Beckett y Lluïsa Cunillé la dramaturgia catalana, sus modos y su actual hegemonía, serían diferentes. La autora vuelve al local de Poblenou con un ciclo de dos nuevos montajes, lecturas dramatizadas y actividades entorno a su obra. La Ruta 40 presenta en la sala de baix Els subornats, escrita especialmente para la compañía y dirigida por Lurdes Barba, gran conocedora del universo Cunillé, artífice de éxitos suyos como Barcelona, mapa d’ombres.
Fragmentos de la película homónima de Fritz Lang de 1953 nos dan la bienvenida a la pretérita sala de proyección de un cine a punto de cerrar por falta de espectadores. Por este escenario vetusto y estanco -recreado con detalle con algunas piezas de la colección personal del crítico de cine Jaume Figueras-, desfilan personajes impenetrables dispuestos in media res, cuyos antecedentes y futuros deberemos imaginar. De nuevo ese ejercicio tan cunillesco de transformar al espectador en una suerte de voyeur desarmado frente a enigmas abiertos en canal. No olvida la autora tampoco ese toque de reflexión ética que acostumbra a zarandear a los personajes, y también cierta dimensión social que cobra peso en los últimos tiempos. Historias más pegadas a los