¿Son perjudiciales los ultraprocesados?
La evidencia sugiere que el riesgo de morir aumentaría en función del número de raciones diarias de estos alimentos
C ada vez más tenemos a nuestra disposición una mayor variedad de alimentos y bebidas ultraprocesados a precios asequibles. Estos productos son promocionados agresivamente y, en muchos casos, añadiendo declaraciones nutricionales y de propiedades saludables. Se habla mucho de los ultraprocesados y cada vez más, de sus efectos perjudiciales en la salud. Pero, ¿hasta qué sabemos si son ciertos estos efectos?
Aunque el concepto de procesamiento alimentario es complejo, disponemos de un sencillo sistema (llamado NOVA) que permite evaluar el grado de procesamiento de los alimentos y clasificarlos en cuatro categorías (de menos a más). Los alimentos ultraprocesados se incluyen en el cuarto grupo y se definen como aquellos que se han elaborado predominantemente o completamente con ingredientes de origen industrial, y contienen pocos o ningún alimento natural. En este grupo se incluyen carne procesada, bebidas azucaradas y energéticas, galletas, cereales de desayuno, bollería, pastelería, zumos industriales, alimentos precocinados, productos lácteos azucarados y snacks salados, entre otros.
Compra triplicada
En España, se ha observado que la compra de ultraprocesados se ha triplicado, entre 1990 y 2010, pasando del 11% al 32% del total de calorías ingeridas. En este entorno alimentario se favorece el desplazamiento progresivo de nuestros hábitos alimentarios hacia una dieta de peor calidad nutricional. Esto es debido principalmente a los azúcares añadidos a estos alimentos y al consumo insuficiente de, por ejemplo, verduras y frutas. Esta transición se ha asociado a una mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad y una mayor incidencia de enfermedades crónicas y mortalidad.
Recientemente, en el proyecto Nutrimedia, hemos evaluado la evidencia científica disponible para responder a la pregunta: «En población general, ¿el consumo habitual de alimentos ultraprocesados se asocia con un aumento del riesgo de mortalidad?». La evaluación se ha realizado mediante el sistema de referencia internacional GRADE, que permite establecer la calidad o la certeza de la evidencia que hay detrás de una pregunta de salud o mensaje.
Al considerar los estudios de mayor calidad metodológica y más recientes, la conclusión es que el consumo de más de cuatro raciones diarias de alimentos ultraprocesados, en comparación con un consumo de menos de dos raciones diarias, podría aumentar el riesgo de mortalidad. En concreto, el riesgo de morir aumentaría aproximadamente un 62% al consumir más de cuatro raciones diarias de ultraprocesados, en comparación con consumir menos de dos raciones diarias. Es decir, 35 personas de cada 1.000 que comen más de cuatro raciones de ultraprocesados al día tienen un riesgo elevado de morir, frente a las 22 personas de cada 1.000 que consumen menos de dos raciones de ultraprocesados al día. Aquí es importante tener en cuenta que la certeza de la evidencia disponible actualmente sobre este tema es baja, lo que significa que es probable que futuros estudios proporcionen resultados diferentes.
Aplicaciones útiles
Actualmente disponemos de aplicaciones para elegir productos alimenticios más saludables. Algunas de ellas son MyRealFood, El CoCo, Yuka y Open Food Facts. En general, estas aplicaciones difieren en la forma de evaluar (NOVA o NutriScore) y de presentar si un producto alimenticio es saludable o no. Por ahora, la aplicación mejor puntuada es el CoCo según varios expertos en el tema y usuarios. En esta línea, comparto la reflexión de Alma Palau, en uno de los artículos periodísticos publicados sobre este tema, en la que advierte que «la aplicación que te indica si un alimento es saludable o no debe ser 100 % fiable y, a día de hoy, sabemos que no hay ninguna perfecta, porque no existe un criterio único para determinar si un alimento es saludable o no».
No obstante, las guías más recientes en nuestro entorno, como Petits canvis per menjar millor (Agència de Salut Pública de Catalunya) y Guía de la alimentación saludable para atención primaria y colectivos ciudadanos (Sociedad Española de Nutrición Comunitaria) coinciden en limitar el consumo de ultraprocesados debido principalmente a que el consumo de éstos en la población española es elevado y, además, se ha relacionado con problemas de salud.
Con todo esto, deberíamos seguir las recomendaciones actuales de adoptar una alimentación rica en alimentos naturales, frescos (no procesados o mínimamente procesados), de temporada y proximidad, en consonancia con la dieta mediterránea.
En España se está registrando un desplazamiento hacia una dieta de peor calidad
La guías nutricionales ayudan a una dieta de alimentos naturales y frescos