Colau y el ‘no news, good news’
La alcaldesa participa en el encuentro anual con la prensa en el Col·legi de Periodistes sin la noticia bomba habitual en este foro. Reclama, eso sí, fondos europeos para la zona del Besòs.
ALCALDESA DE BARCELONA
Esta conferencia siempre regalaba algún caramelito. Lo normal es que el alcalde de turno (alcaldesa en este caso) se presentara con los deberes hechos, con respuestas para todos los asuntos calientes del momento. Pero fuera de lo previsible, se guardaba una novedad. El titular. Ha sucedido casi siempre, pero ayer, quizás por la pandemia y las dudas que genera, Ada Colau se hizo carne en la conferencia anual en el Col·legi de Periodistes, bajo el título de La alcaldesa responde, sin ese pan bajo el brazo. Como mucho, la petición de que los fondos europeos que lleguen al área metropolitana tengan muy presentes las necesidades del Besòs, una zona, dijo, con un grado de vulnerabilidad altísimo. Las administraciones presentes en el río ya acordaron un plan de 227 millones de euros el pasado diciembre, así que ahora se trata de ver quién paga la cuenta.
En vísperas electorales era el momento de sacarse un as de la manga, pensarán muchos. Basta con repasar sus cinco comparecencias anteriores. Se estrenó en 2016 tras arrebatarla la alcaldía a Xavier Trias y anunció, ni más ni menos, el nacimiento del plan de barrios, esos 150 millones de euros destinados a los vecindarios más pobres de la ciudad. En 2017, embarazadísima de su segundo hijo, avanzó un plan de 1.500 millones para el Llobregat, a pagar a medias con el sector privado. Al año siguiente abordó la vivienda, con la intención de vetar reformas de pisos que puedan servir para echar a inquilinos de su hogares. En 2019 la cosa también fue floja y se centró en la inseguridad, que entonces era la principal preocupación de los ciudadanos. «Barcelona no es insegura», dijo. Y en enero de 2020 dio cuenta de la intención del consistorio de cortar la circulación en Aragó y Via Laietana un día al mes, propuesta que se hizo un solo domingo, y nunca más se supo.
De todo un poco
Ayer lo tocó todo de manera tangencial. Sobre el urbanismo táctico, lo sabido, que se trata de soluciones provisionales que están a la espera de proyectos definitivos que alumbren una ciudad más paseable y verde. «Las barreras New Jersey son muy feas, pero no debemos olvidar que han salvado muchos puestos de trabajo», regaló, en referencia a las terrazas de bares y restaurantes en la calzada. Sobre las personas sin hogar (21 ciudadanos que dormían en la calle han muerto en el último año en
Barcelona), recetó colaboración al resto de administraciones «para no dejar a nadie atrás». «No nos podemos rendir, nos jugamos la credibilidad de la propia democracia», sostuvo. Se echó de menos, tras seis años al frente de la ciudad, un plan realmente efectivo, que trascienda a la provisionalidad que tanto rechazan las entidades que trabajan con personas sin techo.
El Hermitage, sin novedad. A pesar de insistir en que el futuro del turismo pasa por apostar por la cultura, volvió a recordar que esta iniciativa es una «franquicia museística con un fondo especulativo detrás». O sea, en el puerto, como solicitan los impulsores, ni en pintura. Sobre la cultura de toda la vida sí se rasgó las vestiduras. «Un tejido imprescindible» para el que reclama un «plan de choque y de rescate» que evite el cierre de más salas de cine y de música.
ADA COLAU
Otro tripartito
Sobre las elecciones del 14 de febrero, la líder de Barcelona en Comú fue clara. Tras aplaudir la actitud de Esquerra en el consistorio (le han permitido aprobar dos presupuestos, el enésimo plan para el 22@ y el tranvía por la Diagonal) pidió la unión de las fuerzas de izquierda. Una conjunción que deberá ser, a su juicio, de tres. O lo que es lo mismo, repetir el tripartito de la década pasada. La fórmula Junts+ERC, resolvió, «está agotada y sería un desastre». «La mayoría de izquierdas sería la más amplia, estable y representativa de la diversidad del país».
Colau tiró del dicho no news, good news. Si no hay noticias, es que son buenas noticias .
«Las barreras New Jersey son muy feas, pero han salvado muchos puestos de trabajo en la restauración» «Una fórmula de ERC+Junts sería un desastre. Es un modelo agotado. Es necesario un acuerdo de las izquierdas»