El BBVA gana el 63% menos y ultima un recorte extra de plantilla
El banco premiará a sus propietarios con unos 3.000 millones mediante la recompra de un 10% de sus acciones
El BBVA ganó 1.305 millones de euros el año pasado, un 62,9% menos que los 3.512 millones de 2019. El fuerte descenso se debe en parte a que en el primer trimestre tuvo que aflorar unas pérdidas de 2.084 millones por la devaluación del fondo de comercio de su filial estadounidense (la segunda en pocos meses del valor de los activos intangibles de la unidad), lo que solo se vio compensado en parte por los 304 millones de plusvalías por la venta de la mitad de su negocio de seguros a Allianz. Sin esos efectos, la caída hubiera sido del 32,2%.
La otra causa del fuerte retroceso del beneficio son las provisiones extraordinarias que realizó para protegerse de las futuras pérdidas que le provocará la crisis del coronavirus cuando comience a aumentar la morosidad. Ascendieron a unos 2.200 millones, si bien en el cuarto trimestre no realizó dotaciones adicionales, a pesar de las advertencias del Banco de España al sector. La entidad ha venido argumentado que ya realizó la mayor parte del esfuerzo en el primer semestre.
Su consejero delegado, Onur Genç, anunció ayer que el banco estudia un recorte relevante de gastos en su red en España y en los servicios centrales que comenzará a aplicar este primer semestre: «Estamos explorando todas las alternativas». Se trata de un cambio de discurso, ya que hace tres meses descartó realizar un ere y aseguró que tenía previsto mantener el ritmo de unas 3.800 salidas de empleados del grupo al año.
Exceso de capital
El segundo banco español también concretó la recompra de acciones que había avanzado que planeaba hacer gracias a la fuerte ganancia de capital que le supondrá la anunciada venta de su filial estadounidense. Ascenderá al 10% de los títulos, porcentaje similar a la aportación de la unidad norteamericana al beneficio del grupo. Su presidente, Carlos Torres Vila, indicó que se le podrían destinar unos 3.000 millones de euros, con una horquilla de entre 2.500 y 3.200 millones en función de la cotización de la acción a partir de finales de año.
Es entonces cuando espera que el Banco Central Europeo (BCE) apruebe la operación, que se ejecutaría progresivamente a lo largo de los siguientes meses. De las cantidades apuntadas se desprende un precio medio de las recompras de entre 3,75 y 4,8 euros por título, frente a los 3,77 de ayer (-4,42% en la sesión).
Torres destacó que, tras el cierre de la venta de la filial en junio o julio, el BBVA tendrá un colchón de unos 8.000 millones sobre su objetivo de capital del 12%, al que el banco prevé dar uso en los próximos dos o tres años. Además de la primera recompra anunciada (operación que beneficia al accionista al aumentar el valor del resto de títulos), el presidente abrió la puerta a nuevas recompras o dividendos extraordinarios más adelante, pero también a crecer vía compras o por sus propios medios y a pagar las reducciones de gastos.
El ejecutivo, eso sí, quiso dejar claro que siente «presión cero» de los supervisores para realizar alguna compra o fusión. Asimismo, evitó valorar si podría retomar las negociaciones para la integración del Sabadell, tras la ruptura de hace unas semanas.
El BBVA también anunció su intención de pagar 0,059 euros por acción como dividendo a cargo de los resultados de 2020 en abril (el 15% del beneficio recurrente que permite el BCE) y de retomar a partir de otoño su política de repartir entre el 35% y el 40% del resultado de 2021.