«Yo soy de ‘fuera las fuerzas de ocupación’, realmente»
«¿Desobedecer? Yo obedeceré a la gente que nos vota. Estar en política es asumir riesgos» «Si gana ERC, tendremos que ver qué pasa porque no repetiremos los errores cometidos»
La presidenciable de Junts per Catalunya ha pasado en muy pocos años de directora de la Institució de les Lletres Catalanes a ‘consellera’ de Cultura, diputada en el Parlament, diputada en el Congreso y, ahora, candidata a ser la primera mujer en la historia que preside la Generalitat.
Laura Borràs (Barcelona, 1970) encabeza la lista de Junts per Catalunya con la aspiración de convertirse en la primera mujer en la historia que preside la Generalitat. Se muestra dispuesta a desbordar la legalidad y a expulsar a lo que llama «las fuerzas de ocupación», a bajar impuestos, desbordar el límite de déficit y a poner condiciones duras a ERC para una eventual nueva coalición.
— Usted ha propuesto «la práctica desaparición del Estado en Catalunya». ¿Qué significa eso en la práctica?
— Reivindicamos un Govern que avance hacia la independencia con pasos decididos. Y que eso represente desplazar los tentáculos del Estado, que están en todas partes. Eso significa que la policía catalana ha de poder tener las dotaciones que requiera. El Estado no transfiere el dinero que nos corresponde.
— ¿Eso comportaría que la Policía Nacional o la Guardia Civil dejaran Catalunya?
— Yo soy de ‘fuera las fuerzas de ocupación’, realmente. Desde antes, durante y después de los piolines. Cuando hablo de desplazar al Estado, hablo de generar las estructuras que nos permitan a nosotros ser estado. En todas las áreas, como la dependencia o el sistema de emergencias. A nivel policial, el modelo ha de ser el de una policía propia, integral y democrática.
— A la espera de conocer el programa electoral de JxCat, ¿cuál es la propuesta concreta si el independentismo supera el 50% de los votos? Su ponencia política habla de «implementar plenamente» el mandato del referéndum del 1-O ¿Eso qué quiere decir?
—Que nuestro compromiso es inequívoco, claro y diáfano. Es materializar la pregunta que hacíamos el 1-O. Es un mandato claro. Por el 50% de votos o por una mayoría de escaños en el Parlament.
— ¿En qué medidas se traducirá?
— Ya hemos tenido un Parlament independentista. Y no ha permitido avanzar hacia la independencia. Tristemente, no. Y eso no puede repetirse. Si se vota a partidos independentistas, se tiene que notar.
— ¿En qué?
— En lo que le digo: un Parlament que salga reforzado desde el punto de vista de la independencia y actúe como tal. Y la alineación absoluta entre un Govern independentista para dar pasos hacia la independencia y un Parlament fuerte que no se deje atacar sistemáticamente por las garras del Estado y la fuerza de la represión española.
— Pero en los episodios vividos en la legislatura, su socio, Esquerra, ha apelado siempre a un marco legal y a un riesgo penal. ¿Con usted de presidenta se desobedecerá este marco estatal? ¿Usted lo desacataría?
— Es que usted me habla de desobedecer y yo de ser obediente. Es importante el matiz porque usted está en el marco mental español y yo en el marco mental catalán. Si usted me habla de desobedecer, es porque da preeminencia a esta injerencia sistemática, continua y desnaturalizada del judicial sobre el legislativo y ejecutivo. Yo le hablo de ser obediente. Yo obedeceré la gente que nos vota.
— Asumiendo el riesgo penal...
— Estar en política es asumir riesgos y en este momento, todavía más. También el riesgo del deshonor y de fallar a la gente. Ese riesgo no estoy dispuesta a asumirlo. Por eso pido la fuerza y necesito ganar bien, con margen para poder llevar a cabo los compromisos que adquirimos.
— Si no gana y ERC queda por delante, ¿apoyaría usted a un Govern presidido por Pere Aragonès?
—Nosotros hablamos de ganar bien para gobernar bien, por tanto, queremos ganar nosotros. Y pactar solo con partidos que tengan clara esta prioridad hacia la independencia. Difícilmente avanzaremos pactando con partidos no independentistas o que tienen otras prioridades, porque quien no prioriza la independencia es que no lo quiere poner en su agenda.
— No me ha contestado. Si gana ERC, ¿facilitarán su investidura?
— Tendremos que ver qué pasa porque no repetiremos los errores cometidos.
— Si gana, ¿qué hará para lograr un Govern fuerte? ¿Cedería a ERC las ‘conselleries’ que ahora ostenta?
— Tengo en mente una reforma del Govern que va más allá del espacio actual, de creación de nuevas ‘conselleries’, de formas diferentes de trabajar en el interior de las ‘conselleries’, que sería una manera de vencer esta parálisis que no nos podemos volver a permitir.
— ¿Usted endeudaría a Catalunya más allá del 1,1% de déficit pautado para afrontar la crisis del covid-19?
— Sí, claramente. No hemos venido a sacar el diploma del mejor alumno aventajado de la clase que se mantiene en los límites que le marcan.
— ¿Usted subiría impuestos o los bajaría?
— Subir impuestos es la medida menos imaginativa de las que se podrían tomar. En un contexto en que la gente necesita tirar hacia adelante, los autónomos no reciben ayudas pero se les suben las cuotas. No es la mejor de las respuestas. Con los impuestos que recaudamos podemos dar todas las ayudas que se necesitan, el problema es que los recauda el Estado. Una subida en este contexto es evidente que no.
— ¿Y bajar sucesiones y patrimonio?
— Yo tengo mi opinión personal sobre el impuesto de sucesiones. Es injusto porque se paga por unos bienes que ya han sido cotizados. Es un impuesto sobre la muerte con el que muchas familias se encuentran en una situación de mucha dificultad.
— Usted ha propuesto subir el salario mínimo hasta los 1.400 o incluso 1.500 euros. ¿Catalunya tiene competencias para hacerlo?
— No, no las tenemos. Pero ese es el tema. Yo hablaba de horizonte. Hablamos de ambición de país, de presente y futuro. Cuando hablamos de hasta qué punto tensionar las costuras de la autonomía es lo que hemos de poder trabajar para regular este salario mínimo al máximo, para que se parezca a los europeos.