EL MUNDIAL DE BALONMANO DE EGIPTO Los Hispanos se cuelgan el bronce ante Francia y ya apuntan a Tokio
España suma su séptima medalla en un gran torneo desde 2011 tras dominar de principio a fin a ‘les Experts’ con un excelso Corrales bajo palos y unos letales hermanos Dujshebaev.
El balonmano no deja de dar alegrías a España. Los Hispanos lograron ayer el bronce en el Mundial de Egipto al derrotar a Francia en la final de consolación (35-29) liderados por un imperial Alex Dujshebaev (8 goles) y un Rodrigo Corrales excelso en la portería (16 paradas). La selección de Jordi Ribera se repuso de la dolorosa derrota en semifinales contra Dinamarca (que se colgó el oro al derrotar a Suecia por 26-24) y dominó todo el partido a les Experts para colgarse su cuarto metal en unos Mundiales (oro en 2005 y 2013, y bronce en 2011 y 2021) con los JJOO de Tokio a la vuelta de la esquina. Es el séptimo gran podio de la selección desde 2011.
Los Hispanos salieron como un torbellino a por el bronce, con un parcial de 4-0 de salida comandado por un estelar Alex Dujshebaev y un acertadísimo Corrales, ayudado en dos ocasiones por la madera, enemiga española en semifinales pero aliada en este arranque de final de consolación.
Dika Mem, testimonial
Francia necesitó cinco minutos y medio para anotar su primer gol y España amasó una renta cinco tantos (7-2) que le permitió gestionar con calma los momentos más complicados. Ribera sentó a los 15 minutos a Alex Dujshebaev, arrollador hasta entonces, mientras Corrales hacía la vida imposible a un Dika Mem tocado, a quien el seleccionador francés, Guillaume Gille, trató de administrar (no salió de inicio) sin que brillara en los minutos que estuvo en la pista.
Los Hispanos fallaron dos lanzamientos desde los 7 metros y eso hizo creer a les Experts en sus opciones. España se atascó en ataque y la selección gala llegó a ponerse a dos (14-12). Gonzalo Pérez de Vargas se estrenó en el partido para detener un penalti y un tanto de Alex Dujshebaev sobre la bocina entre las piernas de Vincent Gérard mandó a los Hispanos al descanso con el 16-13.
Francia llegaba tocada, con bajas importantísimas (Nikola Kabaratic y Timothey N’Guessan), pero no estaba muerta. La selección más laureada de la historia (seis veces campeona del mundo, tres oros europeos y dos títulos olímpicos) no iba a tirar la toalla. Salió a por todas en la reanudación y enseguida se puso a un gol (16-15).
Pero España no acusó el golpe. Tenía claro su guion y lo siguió interpretando con mucha fe. Ayudó una altísima efectividad en ataque y dos tantos consecutivos de Dani Dujshebaev que reabrieron una brecha que ya no se iba a cerrar. Un parcial de 0-3 de Francia (26-23) fue el último arreón bleu, en un tramo de partido jugado a velocidad de vértigo, quizá más de lo que España necesitaba dada la ventaja en el marcador. En cualquier caso, el capitán Raúl Entrerríos, que igualó las 280 internacionalidades de David Barrufet, se sumó al festival anotador y Corrales volvió a destapar el tarro de las esencias para, tras otro tanto del mayor de los hermanos Dujshebaev, lograr una máxima diferencia de 7 goles (32-25) que dejaba a los Hispanos con el bronce en el bolsillo.
El objetivo
«Felicito al equipo por su progresión en el torneo y por la intensidad y la entrega que ha derrochado en cada partido», dijo el seleccionador Jordi Ribera. «El objetivo de este grupo son los JJOO de Tokio y nos sentimos preparados para ello», anunció Alex Dujshebaev.