¿Es viable trabajar 32 horas a la semana?
Los sectores que dependen de la atención al público son los que tienen más dificultades, así como las microempresas. Los expertos insisten en que la clave está en analizar si todo lo trabajado es imprescindible.
«Podría favorecer sin duda la creación de empleo», opinó el vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, sobre las 32 horas. «No me parece que España sea un país que con los niveles de productividad y competitividad que tiene deba dar prioridad a ese asunto», le replicó el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá.
A España le ha perseguido el mantra de que su economía es de las menos productivas de toda Europa y que ello dificulta a las empresas contratar a más gente. «Es cierto que somos más improductivos que países como Alemania, pero también trabajamos muchísimas más horas que ellos», señala el profesor de derecho del Trabajo de la Universitat de València Adrián Todolí.
Según Eurostat, España registra una productividad del 98,7% respecto a la media europea (donde 100% es la media); mientras Alemania hace lo propio con un 103,2%. Es decir, entre un país y el otro hay una brecha de 4,5 puntos.
No obstante, cada trabajador faena en Alemania 1.386 horas al año; frente a las 1.686 horas que echa un trabajador español: el 21,6% más de jornada; según la OCDE. «Tenemos margen para trabajar menos», insiste Todolí.
Cómo y en qué sectores hay margen para reducir la jornada es otro debate. «Las empresas que trabajan directamente en la atención al público lo tienen más complicado», reconoce el profesor de los estudios de derecho laboral de la UOC, Antonio Fernández. Y España, con un peso alto de la restauración, la hostelería y el turismo, ocupa un porcentaje elevado de sus trabajadores en sectores de este tipo. El importante peso de las microempresas, en comparación con otros vecinos europeos, tampoco rema a favor.
Cuestión de análisis
No obstante, «cualquier empresa podría hacerlo, pero eso implica hacer un buen análisis y saber en todo momento qué se gana y qué se pierde», señala el investigador de la UOC. ¿Tiene sentido que toda una empresa esté operativa un viernes por la tarde o solo un grupo de guardia? ¿Tienen sentido reuniones de tres horas? ¿Tiene sentido trabajar todas las semanas las mismas horas si la carga de trabajo o la demanda va cambiando?
«Antes del virus la gran mayoría de empresas no se imaginaba que pudiera teletrabajar. Y ahora hay algunas, no todas, que han visto que les beneficia. La pandemia está acelerando cosas y la jornada de cuatro días puede ser una de ellas», concluye Fernández.
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