La campaña más virtual
La pandemia y las restricciones derivadas de ella han obligado a los partidos a un mayor despliegue en las redes sociales y a explorar nuevas vías comunicativas. Mientras el uso de Twitter, Facebook y Youtube ya están normalizados, algunos candidatos experimentan con plataformas más nuevas, como Twitch.
El 14-F Catalunya celebrará las elecciones más anómalas de su historia reciente. Con la decisión de la justicia de suspender el decreto que aplazaba los comicios por la pandemia, el país ha puesto en marcha contra reloj una campaña electoral marcada por su virtualidad. Las restricciones por el covid-19 han obligado a los partidos a un mayor despliegue en las redes sociales que ha expuesto los aciertos y errores de su estrategia.
La televisión y los medios tradicionales siguen siendo las principales vías de comunicación entre los partidos políticos y sus potenciales votantes. El impacto de la crisis sanitaria ha disparado el consumo de periódicos digitales (100%), radio (112%) y tele (93%), según un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Sin embargo, las formaciones se apoyan cada vez más en las plataformas digitales. Desde hace años, la estrategia ya está normalizada en canales como Twitter, Facebook y Youtube, que utilizan todos los partidos para transmitir ideas e intentar marcar el debate público.
En la red del pájaro azul, ERC y la CUP son los partidos catalanes que cuentan con más seguidores, con 357.300 y 302.000 respectivamente, mientras JxCat se queda con 114.600. PSC, Ciutadans, PPC y En Comú Podem tienen un menor volumen de seguidores, pero lo compensan con las cuentas nacionales, que replican sus mensajes de la campaña electoral.
Mensajes incendiarios virales
Con toda probabilidad, el 14 de febrero supondrá la irrupción de la extrema derecha en el Parlament. El ascenso de Vox –también en España– se ha catapultado a través de internet, donde los algoritmos de las plataformas benefician y viralizan mensajes emocionalmente incendiarios, como la islamofobia o el anticatalanismo, pues logran una mayor retención del usuario. «Tienen una concepción adecuada de lo que les conviene para agitar las redes», señala Toni Aira, profesor de comunicación política en la UPF Barcelona School of Management. Acorde con su mensaje de España como único eje, Vox solo utiliza sus canales de difusión nacionales. La popularización de nuevas plataformas digitales ha llevado a la mayoría de partidos a querer conquistarlas. Aunque Podemos y Vox han destacado en el uso de ese lenguaje, no funciona para todos igual. «Vemos que un problema político como la convulsión se traslada a la comunicación», señala Aira. «Hay poco tiempo para construir una estrategia a largo plazo y se tira mucho de táctica, de relato corto e improvisación», añade. Las formaciones, explica Aira, tienen una «tendencia excesiva» a intentar fijarse en sus adversarios, lo que puede llevar a errores. «No hay estrategias reales más que el continuismo y el simulacro, pero en cierto modo es entendible», subraya Iago Moreno, sociólogo por la Universidad de Cambridge. «Los partidos», señala, «no pueden digitalizarse de la noche a la mañana. Son estructuras pesadas, rígidas y burocráticas que se adaptan más lentamente a la realidad digital».
Ese error de cálculo inicial es lo que le pasó a ERC en TikTok. En enero el partido independentista estrenó su cuenta en la plataforma de vídeos cortos con uno del presidente del Parlament, Roger Torrent, que fue objeto de bromas. Desde entonces, el perfil ha virado a recopilatorios de frases mitineras con un mayor impacto viral, llegando a tener 3.857 seguidores.
Convertida en un referente para la Generación Z, TikTok puede ser una buena herramienta para llegar a los nacidos entre 1995 y 2005. En Comú Podem usa el canal de Barcelona en Comú (9.113 seguidores) para hacer campaña, mientras Cs (1.444) y Vox (37.500) se sirven de los nacionales.
A pesar de que JxCat no tiene perfil, Carles Puigdemont sí ha sabido utilizar el suyo (3.462) para llegar a sus seguidores. «Puigdemont y Vox aciertan en su uso porque saben hacer humor con los códigos que conectan con ese entorno», apunta Aira. Quizá para intentar llegar a ese público, el PP ha convertido a su presidenciable, Alejandro Fernández, en un emoticono, lo que también se ha convertido en una broma en las redes.
Otras formaciones optan por centrarse en menos canales. Es el caso de la CUP, que ha explotado el uso de Twitter, Facebook o Instagram para agilizar su nicho en la política local. «Con la comunicación digital pueden tener mucho más recorrido que con los medios tradicionales», apunta Aira.
El PNC y Confluència Jove
La política catalana está viviendo pequeñas incursiones experimentales en el mundo de Twitch, una plataforma de retransmisiones en directo que en EEUU ha utilizado la congresista Alexandria-Ocasio Cortez. Aquí, lo han hecho el PNC, liderado por Marta Pascal –exdirigente de Convergència y del PDECat–, cuyos candidatos comarcales han jugado partidas del videojuego Minecraft, y también Confluència Jove, las juventudes de En Comú Podem.
«Los partidos compiten por parecer los más creativos», apunta Moreno, que añade que eso no tendrá «ninguna incidencia real» y solo dejará «un pequeño porcentaje extra de titulares sobre sus campañas».
Referente para la Generación Z, TikTok es útil para llegar a los nacidos entre 1995 y 2005