La gran polarización marca la recta final de la campaña en Ecuador
Andrés Arauz, delfín de Correa, y el exbanquero Guillermo Lasso van primeros en los sondeos, aunque lo más probable es que se celebre una segunda vuelta
Ecuador va a las urnas este domingo. Unos 13 millones de ciudadanos tienen a mano un menú con 16 candidatos a presidente. De ese mar de dispersión, en principio dos contarían con posibilidades de salir a flote y pasar a una segunda vuelta el 11 de abril. Por un lado, Andrés Arauz, primero en las encuestas. Es un joven economista y delfín del Rafael Correa que cuenta con una intención de voto de hasta el 37%. Por otro, el exbanquero Guillermo Lasso, quien pelea por llegar al Palacio Carondelet por tercera vez consecutiva.
Lasso se encuentra a una distancia superior a los 10 puntos de su principal rival. El aspirante insiste con su programa de redención neoliberal y cree que esta vez será la vencida. Asegura que una mayoría de la sociedad no quiere un retorno del «correísmo».
Los sondeos fijan en el 37% a los indecisos. Algunos analistas se preguntan si eso no es un indicio de que podría repetirse en Ecuador lo ocurrido en Bolivia meses atrás, donde Luis Arce, el «bendecido» por Evo Morales, ganó sorpresivamente en un primer turno gracias al «voto escondido» que no detectaron los sondeos. Desde su exilio belga, Correa se apresuró a profetizar un escenario similar: «El 7 de febrero votamos y los botamos».
«Este domingo Ecuador vivirá una importante fecha democrática. Mi Gobierno, y yo en mi calidad de presidente, hemos brindado el apoyo necesario para garantizar que esto suceda. El 24 de mayo entregaremos el poder a quien los ecuatorianos elijan», dijo Lenin Moreno. Su popularidad de apenas el 7% no le ha permitido garantizarse un heredero. Y nadie ha querido ocupar ese lugar. Moreno, quien llegó a la presidencia apadrinado por Correa, al poco tiempo abjuró de su legado. Concluirá su periodo con casi un 30% de pobres y una caída del PIB en 2020 de casi 10 puntos. Enfrentó un alzamiento social y se le culpa de la pésima gestión de la pandemia, que ha dejado unos 11.000 muertos.
El extendido rechazo a lo que llaman el Morenato ha permitido a
Correa recuperar la iniciativa y, a caballo de Arauz, volver a tener influencia en su país pese a las causas judiciales por supuesta corrupción que lo han sacado del ruedo electoral. «Recuperar el futuro» es la consigna que llama a los ecuatorianos a recordar tiempos más amables. Si Arauz no obtiene el 40% de los sufragios positivos y 10 puntos de distancia, tendrá que ir a una segunda vuelta. «No experimentemos más con
Ecuador, no ensayemos con recetas fracasadas», respondió Lasso. Exdirector del Banco Guayaquil, representa a las expresiones más conservadoras de su país y, también, a los sectores económicos más dinámicos de Ecuador, afincados en la costa.
El candidato indígena
Existe un tercer competidor, ubicado no muy lejos de Lasso en las encuestas. Se trata de Yaku Pérez, un abogado de 50 años que pertenece a la nación originaria Kichwa-Kañari y en esta contienda representa al Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik, el instrumento político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE). Pese a su programa ambientalista y de centroizquierda, el movimiento
El rechazo a Lenin Moreno permite al expresidente Correa recuperar la iniciativa y volver a influir
indígena se ha llevado muy mal con Correa y es muy poco probable que se incline por Arauz en abril. Pérez fue uno de los líderes del estallido social de 2019. Intentará captar a los atomizados sectores progresistas que no quieren saber nada con aquel proclamado «socialismo del siglo XXI». Lasso ha salido a cortejarlo: «Es una persona valiosa que estará invitada a participar en el Gobierno de unidad». Correa respondió: «Dios los cría, y ellos se juntan».
A pocas horas de los comicios, los ecuatorianos escuchan promesas de prosperidad y, también llamados a evitar los riesgos de una polarización política en caso de que venza el «correísmo», aun con una versión de bajas calorías de su revolución ciudadana.