Los Aurora evolucionan y suman octanos en su segundo disco
El quinteto de flamenco-jazz añade rock progresivo a su rica paleta sonora en las nuevas canciones que presenta hoy en el Auditori.
Los Aurora tenían una gira por EEUU y un calendario apretado cuando en marzo tocó plegar velas y quedarse en casa para enfrentarse a la pandemia. Este inquieto quinteto surgido de la Escuela Superior del Taller de Músics empapado por igual de poesía, flamenco y jazz, explora el rock progresivo en algunas de las nuevas canciones que formarán parte de su segundo disco, aún por grabar, que hoy avanzarán en el Auditori. Pere
Martínez, al cante, José Manuel Álvarez al baile y a la percusión con su inspirado taconeo, Joan Carles Marí a la batería, Javi Garrabella al bajo y Max Villavecchia tienen muchas ganas de reencontrarse con el público.
No obstante, agradecen al confinamiento concederles un tiempo maravilloso para ir más allá en su incursión en nuevas sonoridades. Tanto se inspiran en la música de Chopin y Falla, como en los versos de Lorca, Neruda y Machado para crear piezas sorprendentes y cambiantes. «El disco aún no tiene título definitivo», confiesan. «El nuevo disco no tiene límites estéticos», comentan. «Hemos generado mucho material musical. Tenemos un montón de demos. Y es muy variado: hay desde folclore, pop, rock, flamenco, rock andaluz de los 70. Hay muchas influencias». En el directo, el show gana y brilla el bailaor, que todos ven como un músico más.
El trío de jazz de Villavecchia, Garrabella y Marí integra la voz rasgada de Martínez y el ritmo que marca Álvarez con las palmas o los pies con toda naturalidad, sumando capas de sonido, subiendo y bajando de intensidad a placer en un engranaje hiper sincronizado, todo un espectáculo lleno de sensibilidad y atrevimiento. Han madurado desde que salió Aurora, su primer disco. Como en aquel, la poesía es el origen, la base a partir de la cual dejan volar su creatividad. «Beber de las obras de grandes poetas nos permite abrir la música un imaginario amplísimo», explican. En este segundo disco incluyen a dos autores cubanos, José Martí y Rogelio Martínez Furé, así como versos del chileno Pablo Neruda y del español Antonio Machado. Y una sorpresa, una poesía de Lorca en gallego, Danza da lúa convertida en una farruca a la Aurora.