Dime con quién quieres pactar...
A medida que pasan los días, la campaña electoral está revelando que se juegan batallas múltiples, que corresponden a la voluntad de cada fuerza política de establecer lo que los spin doctors de la política llaman «marcos». Y en este sentido, cada vez más se ve la pugna entre los que empujan para mantener la contraposición entre independentistas y no independentistas que ha caracterizado la historia política reciente del país y los que impulsan a una contraposición ideológica más centrada en el carácter progresista o conservador de las propuestas políticas. No está claro que se haya empezado la campaña con un marco y no se acabe con otro, ni que, en momentos diferentes, fuerzas diferentes apuesten por uno u otro.
Hay dos polaridades claras. Una la representa la candidatura encabezada por Jéssica Albiach, que ha encarado estas elecciones con la propuesta clara de políticas de izquierdas que solo se podrán dar con el concurso de socialistas, ‘comuns’ y republicanos. Al lado opuesto, Junts, que propone un nuevo Gobierno independentista, en buena compañía del PP y Ciudadanos, que de manera especular reclaman una fantasiosa mayoría «constitucionalista». Esta tensión está marcando a fondo esta atípica campaña. La CUP por la mañana excluye investir a Laura Borràs, pero por la tarde ya no tanto. El PSC quiere pactar con los ‘comuns’, pero no acaba de decir cómo piensa completar una mayoría suficientemente sólida para echar a andar el cambio que promete. ERC es la que tiene más problemas. Empezó con la voluntad de un nuevo Gobierno independentista decorado con la presencia de ‘comuns’, y ahora, después de la clara visualización de que Junts representa un trumpismo catalán difícilmente digerible para cualquier demócrata, ya no lo tiene tan claro. Las intenciones de pacto hoy son la indicación más precisa para el electorado sobre quién quiere superar una etapa y empezar una nueva. Y, a pesar de todo, eppur si muove.