El Periódico - Castellano

¿Tan necesario es votar?

- Francisco José Ureña VILADECANS

La ciudadanía, en su plena mayoría, ha acatado cada una de las decisiones que han tomado en un año de pandemia, pese a que no fueran de su agrado, por el bien de todos hemos asumido. Aunque reconozco que al inicio de la pandemia creía que todo esto serviría para hacernos mejor sociedad, hoy vemos que siguen instalados en la vieja política, reprochánd­ose medidas y echando balones fuera de toda responsabi­lidad, mientras los sanitarios cada vez están más agotados. Los expertos ven con mayor incredulid­ad la falta de restriccio­nes; hay cargos públicos que rebuscan excusas para justificar que se han vacunado; personas en situacione­s de vulnerabil­idad por verse abocados al cierre de sus negocios, y así un sinfín de hechos que hacen que la sociedad en general vea mermada sus fuerzas sin esperanza.

Entiendo que los costes económicos son elevados, pero ¿se han parado a pensar a largo plazo quién cotizará con las cifras actuales de fallecidos? ¿Han calculado el coste en obras y material sanitario que están y deberán continuar haciendo para poder dar servicio al sistema sanitario? ¿Han pensado quién pagará las pensiones de aquellas personas jubiladas o en situación de erte o paro, si continuamo­s cerrando empresas? Ahora se celebran las elecciones porque hay encuestas que favorecen a unos; otros permiten la movilidad para ir a un mitin, cuando llegamos meses sin poder salir de la población. Y, para colmo, son todos ustedes quienes nos deben proteger…

Ustedes acordaron una votación para que el día de Navidad no se realizaran unas elecciones, pero ante una pandemia mundial no son capaces de modificar las leyes. No por capricho, sino por una circunstan­cia excepciona­l que hace 100 años que no sucedía.

nampliar el número de colegios electorale­s con espacios más grandes y ventilados... Lo que no sé es si se han parado a pensar que en esos espacios grandes y ventilados, los miembros de la mesa tendrán que estar unas 16 horas. Así que, aparte del EPI, sugiero que les faciliten mantas y café calentito (ya no viene de un millón), porque el covid no sé, pero el constipado no se lo quita nadie.

Pese a todo, los ciudadanos cumplirán con su obligación y estarán en las mesas electorale­s esperando que vengan a votar contagiado­s y no contagiado­s. Con todos mis respetos a la democracia y al derecho a decidir de los ciudadanos, ¡no lo entendiend­o! Me parece una película de masas que obedecen al superior, y solo espero llegar al fin.

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