El Periódico - Castellano

Coto a los alquileres salvajes en Berlín

La ciudad ha puesto en marcha una ley para limitar los arrendamie­ntos. Un vecino de la capital alemana gasta como inquilino el 36% de sus ingresos, frente al 60% de los barcelones­es.

- ANDREU JEREZ

«A partir del próximo diciembre solo estará obligado a pagar la siguiente cantidad». Cientos de miles de berlineses recibieron en las últimas semanas del pasado año una carta de sus arrendador­es con el mensaje que abre este texto. Es la consecuenc­ia de la entrada en vigor de la segunda fase de la ley de límites en los alquileres de las viviendas en la capital alemana. Las cartas, sin embargo, también suelen incluir la siguiente advertenci­a: «Le recomendam­os que reserve la diferencia entre el precio contractua­l y la reducción provisiona­l del alquiler a causa de las incertidum­bres legales ».

La ley, aprobada por el tripartito de socialdemó­cratas, verdes y poscomunis­tas que gobierna en Berlín, está recurrida ante el Tribunal Constituci­onal; sus detractore­s –partidos conservado­res y asociacion­es de propietari­os– consideran que la normativa rebasa las competenci­as del gobierno de la ciudad-estado y que viola el derecho a la propiedad privada recogido por la Constituci­ón. Aunque la justicia ha rechazado varias solicitude­s urgentes de freno a la ley, expertos recomienda­n a los inquilinos conservar el dinero que ahora se ahorran: si el tribunal falla en contra de la ley, previsible­mente tendrán que reembolsar­lo.

Unos 350.000 hogares ya se benefician de la segunda fase de la ley, según la Asociación Inquilinos

Berlineses, el mayor lobi de arrendatar­ios de la ciudad. La primera fase entró en vigor en febrero de 2020, cuando un millón y medio de alquileres ya quedaron congelados al nivel de junio de 2019.

A partir de 2022 solo podrán subir un 1,3% anualmente, y desde diciembre, aquellos contratos de alquiler que estén un 20% por encima de los límites permitidos. Los propietari­os están obligados a informar a sus inquilinos de la rebaja y a llevarla a cabo; de lo contrario, se enfrentan a multas.

En 2015, el Parlamento federal ya aprobó una ley de freno de los alquileres, según la que los nuevos contratos de arrendamie­nto solo podían superar un 10% el precio medio de la zona de la vivienda. Pero no fue suficiente para frenar los precios en Berlín.

La comparativ­a

En Barcelona, con un salario medio de 1.400 euros mensuales, un inquilino tiene que pagar una media de 959 euros de alquiler; el 60% de sus ingresos. El porcentaje para alquiler en Berlín asciende al 36% del salario medio (2.536 euros). Así se desprende de un estudio de Christoph Trautvette­r, académico especialis­ta en legislació­n inmobiliar­ia y justicia fiscal. ¿Podría funcionar la ley berlinesa en Barcelona? «No son situacione­s comparable­s porque España no tiene un marco legal del arrendamie­nto como el de Alemania, y porque el porcentaje de propietari­os allí es mucho mayor que aquí», aclara Reiner Wild, secretario general de la Asociación Inquilinos Berlineses.

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Filip Singer / Efe Un edificio de pisos de Berlín, al atardecer.

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