UPA y Lidl pactan en 2,6 euros el precio mínimo del aceite de oliva
Agricultura solo apoyará el semáforo nutricional o Nutriscore si se valoran justamente los productos mediterráneos o se excluyen
Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Lidl Supermercados y la envasadora Migasa presentaron ayer un acuerdo por el que se comprometen a establecer en 2,6 euros el precio mínimo de compra al agricultor del kilo de aceite de oliva procedente de explotaciones tradicionales. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que asistió al acto de presentación, opinó que el pacto «da valor al
producto y ofrecerá una retribución justa a los agricultores» ante los problemas de rentabilidad que sufren las explotaciones tradicionales situadas en terrenos de fuerte pendiente que no permiten la automatización.
Según datos de Asaja, el precio en origen del aceite de oliva bajó casi el 16% entre 2015 y 2020, al pasar de 3,65 euros a 2,21 euros el año pasado. El denominado «efecto tobogán» de los precios del aceite de oliva podría amortiguarse así pero requiere del apoyo de los consumidores, según Lorenzo Ramos, presidente de UPA. Del olivar tradicional dependen 250.000 familias en España, unas 200.000 explotaciones que suponen el 88% de la superficie destinada al olivar y el 62% de la producción.
Planas reconoció que existe «preocupación» por la mala calificación del aceite en el Nutriscore o semáforo de calidad europeo y que el Ministerio de Agricultura solo dará el visto bueno a ese etiquetado si el aceite y el jamón ibérico son «justamente valorados o excluidos de ese semáforo».