Eludidores en Andorra

Lo peor que me ha traído está polémica sobre el pago de impuestos es que ahora mis (nuestros) hijos sueñan con poderse ir a vivir a Andorra, y lo mejor son las conversaciones que han provocado sobre el tema de los impuestos y de por qué son necesarios.

Poniéndome en la piel del youtuber, quizá habría que estudiar si se podría mejorar el sistema impositivo para gente que puede ganar mucho dinero en cortos periodos de tiempo, pero mientras las reglas son las que son, hay que cumplirlas. El incentivo para cumplirlas es la satisfacción de pensar que con el dinero que se paga a Hacienda, tu sobrino va gratis al cole público, tu hermano cobra el paro cuando no encuentra trabajo, tu madre está tratándose gratis de un cáncer de mama y tú puedes circular gratis por un montón de carreteras (incluidas las que van a Andorra).

Lástima que esta satisfacción de buen samaritano choca de frente con otra satisfacción: la de ver aumentar los ceros en la cuenta corriente. Y aquí es donde hay que decir que no es eludidor de impuestos quien quiere sino quien puede. Los youtubers de la polémica han replicado lo que hace tiempo que hacen grandes multinacionales que tienen ingresos en muchos países, pero solo pagan en aquellos que cobran menos impuestos.

¿Hay forma de revertir el proceso? Soy pesimista. Primero, la gente de a pie tendríamos que estar convencidos de que lo bueno es pagar impuestos, y esto ya es complicado (¿cuántos nos iríamos a Andorra si fuésemos un youtuber de éxito?). Segundo, los políticos tendrían que coger este toro por los cuernos y buscar métodos para que las empresas paguen impuestos en cada país en función de qué ingresos obtienen, y tercero, los consumidores tendríamos que consumir de manera impositivamente responsable, favoreciendo la redistribución de la riqueza antes del pago de los impuestos: comprar al panadero del barrio hace que ese dinero se mueva en circuito corto y que genere más.