«No quiero ser la copia de nadie»
«Estoy disfrutando mucho en el banquillo, pero también sufro, como cuando era jugador»
En su etapa de jugador, que le llevó a vestir de azulgrana en dos ocasiones, fue una de las estrellas del baloncesto europeo. Ahora quiere emular su exitosa carrera en los banquillos. El exjugador y entrenador lituano (Kaunas, 1976) aterrizó en verano en el Barça decidido a hacer historia como técnico.
Era evidente que el carisma y el liderazgo que ejercía en su etapa como jugador le acompañaría en su salto a los banquillos. Pero no era tan fácil pronosticar que apenas seis años después de retirarse, Sarunas Jasikevicius se habría ganado ya la condición de mejor entrenador de la Euroliga como así lo votaron recientemente los mánagers de los 18 clubs de la competición, que consideran al Barça al equipo más incómodo y también uno de los más divertidos de ver. Esta semana afrontará su primer examen exigente con la disputa de la fase final de la Copa del Rey en Madrid y antes ha compartido sus sensaciones en una conversación con EL PERIÓDICO.
—Su mano empieza a notarse. Lleva ocho meses al frente del Barça y en este tiempo son líderes de la Euroliga, segundos en la Liga y, en líneas generales, transmiten buenas sensaciones. ¿Está el equipo cerca del nivel al que aspira?
— Aún no hemos jugado ningún partido todos juntos. Y creo que hemos sacado algunas victorias con problemas. Así que creo que podemos estar mucho mejor de lo que hemos visto hasta ahora. Es verdad que el rendimiento de muchos jugadores ha sido una sorpresa muy agradable. Todo el mundo está jugando, todo el mundo está aportando y eso es lo que queremos. No queremos una rotación de ocho o nueve jugadores, sino de 13 o 14 cuando sea posible porque la temporada es muy larga y tenemos una cantera que es muy buena y hay que aprovechar.
— En enero habían encadenado una racha ganadora de diez victorias y cuando todo parecía pintar de color rosa, el Efes asaltó el pasado jueves el Palau. Todo un toque de atención.
— Como dije después del partido no estuvimos finos en toda la semana en los entrenamientos. Nos habíamos acomodado un poco. Parecía que nos habíamos cansado de ganar. Y esa fue la consecuencia. Espero que aprendamos de los errores y pensemos qué es lo que nos ha hecho un muy buen equipo, que es la defensa y la disciplina, y sobre todo luego jugar juntos. No puedes funcionar por tu cuenta.
— ¿Está disfrutando de esta etapa en el banquillo?
— Sí que estoy disfrutando. Y mucho. Pero también se sufre. Lo hacía como jugador y ahora también como entrenador. ¿Demasiado apasionado en mis reacciones? Quizás sea así. A veces me cuesta retenerme cuando estoy muy metido en el partido, pero siempre ha sido así y es algo difícil de cambiar ahora, aunque tampoco creo que sea el único entrenador que recibe técnicas en Europa.
— Prometió a su llegada un buen baloncesto y ganador y de momento está cumpliendo. ¿Tenía claro que había material para construir un equipo ganador?
—Para conseguirlo se necesita mucho trabajo y mucho talento. El talento también tiene que aprender que se necesita, por encima de todo, jugar para el equipo. Creo que los chicos están comprendiendo, poco a poco, conforme avanza la temporada, lo que pedimos de ellos. También están entendiendo dónde y cómo pueden aportar y sobre todo que lo que importa es el equipo por encima de todo lo demás. Luego ya veremos todo ese trabajo hasta dónde nos lleva a final de temporada.
— Sabe que en el Barça, donde es un ídolo, todo el mundo soñaba con su llegada estas últimas temporadas y ahora que está usted aquí el sueño para la afición es volver a conquistar títulos.
— Lo que creo es que hay que ir poco a poco. Los títulos no son algo en lo que estemos pensando ahora mismo. Los títulos se consiguen a base de trabajo a diario. Hay que ir partido a partido e incluso, a veces, entreno a entreno. Y esa tiene que ser nuestra filosofía. Si queremos ganar hay que dominar todas las facetas del juego. Hay que ser sólidos en ataque y también muy buenos en defensa. Eso es lo que tenemos que conseguir. Los grandes equipos a largo plazo dominan las dos cosas.
— Este equipo ha tenido épocas dominantes con entrenadores como Aíto o Xavi Pascual. Se ve usted construyendo una época de grandes éxitos en el Palau.
— Tampoco quiero mirar a tan largo plazo. Pero sí que me considero un hombre de club y me importa mucho lo que juegan los jóvenes, y también me importa que el equipo transmita una buena imagen, que consigamos ofrecer un buen baloncesto a nuestros seguidores. Creo que los proyectos largos se basan en esto.
— A partir de esta semana, con la disputa de la Copa, llega a la parte importante de la temporada, ¿está preparado el Barça para pelear por los títulos?
— Vamos a la Copa sabiendo que tenemos opciones. Creo que el equipo ha demostrado en el último mes que está muy bien. Ojalá que este aviso que nos mandó Efes en la Euroliga, que está claro que supone un toque de atención para nosotros, nos haga volver a donde estuvimos un par de semanas atrás. Creo que tenemos opciones en todos los campeonatos si tenemos la mentalidad correcta y jugamos los partidos bien preparados.
—El cuadro de la Copa, con el Unicaja en el cruce de los cuartos de final, y después Baskonia o Joventut, en unas hipotéticas semifinales, les exigirá lo máximo.
— A la Copa hay que ir pensando solo en el primer partido. No puede haber otra mentalidad. Y ojalá nos salga bien ese primer cruce y puedas pensar luego en el segundo y en el tercero. Es una competición que no permite mirar muy lejos. Hay que ir a por el Unicaja, preparar el partido bien y afrontarlo como si fuera un partido único.
— Ha estado a las órdenes de algunos de los mejores entrenadores europeos como Aíto, Pesic, Obradovic, Pascual, ¿de quién ha aprendido más? ¿cuál es su principal referencia?
— Todos me han aportado. He tenido muchísimos entrenadores. Algunos que me gustaban, otros que no, como le ocurre a cualquier jugador. Intenté sacar lo máximo de todos. Pensar por qué me gustaban o por qué no. Y luego, cuando estás en el banquillo también tienes que adaptarte a las características que tienen tus jugadores. Yo estoy aprendido mucho de ellos, en qué posiciones les gusta jugar, en qué parte del campo, dónde podemos sacar las ventajas cuando están jugando. Y ese es un proceso muy largo.
— Muchos ven en usted cosas de Obradovic, sobre todo su relación con los jugadores, de cariño a veces, de broncas duras en otras.
— Quizás se me compare más con él porque los dos dirigimos los partidos de una manera muy agresiva y porque al margen de eso, jugué para él. Pero no quiero ser la copia de nadie. Solo intento aprender de estos grandes de los banquillos. Pero al final el que tiene que tomar las decisiones y llevar al equipo, soy yo.
— Siempre es complicado para un entrenador gestionar a una estrella. En su caso, ¿le ha costado sintonizar con Mirotic, Higgins o Calathes?
— Creo que el secreto es tratar a todos los jugadores por igual. Sin distinción. Al final ellos respetan eso. Quiero ser muy honesto con todos. Es mi manera de ser y siempre ha sido así. La verdad que intento no diferenciar ni al más joven ni al más experimentado. Está claro que Cory (Higgins), Nico (Mirotic) o Nick (Calathes) son nuestros líderes, pero luego hay otros veteranos que aportan también su liderazgo como Hanga, que tiene una voz importante en el vestuario.
—Hay quien no entiende que descartara a Heurtel y apostara por Westermann. Es de los pocos casos en los que no ha encajado con un jugador.
— Esto era la solución en este momento, esto es lo que estaba encima de mesa y finalmente lo que decidimos hacer.
«Vamos a la Copa sabiendo que tenemos opciones. En enero hemos estado muy bien»