La meteorología regala una excepcional vista de Mallorca desde Barcelona
La conjunción de varios fenómenos permitió ayer contemplar la isla con gran nitidez y una extensión inusual pese a los 200 kilómetros de distancia
Como cada mañana, el meteorólogo Alfons Puertas subió ayer al tejado del Observatori Fabra e hizo lo que el nombre del edificio indica: contemplar. A diario comparte en sus redes sociales espectaculares fotos de la puesta de sol o de algún fenómeno meteorológico peculiar que pueda verse desde esta finca con más de 100 años de historia. Las acompaña de alguna explicación sobre el tipo de nubes, el viento..., cualquier elemento que ayude a hacer un poco de pedagogía además de generar un largo «oooh» por la belleza de la imagen.
Ayer colgó un vídeo. No era la primera vez que lo mostraba, pero pocas veces se ha visto este fenómeno con tanta nitidez: la silueta de Mallorca, que parecía a tiro de piedra a pesar de encontrarse a 200 kilómetros de distancia, desde Barcelona. Cuenta Alfons que la contaminación no afectó porque la boina de polución sobre la capital catalana quedaba por debajo del campo de visión. Como si dos jugadores de baloncesto se buscaran en un metro lleno de gente. También dice que es muy habitual ver Mallorca desde el Observatori Fabra. «Unas 30 o 40 veces al año, pero la mayoría de ocasiones, con muy mala calidad y solo aptas para el ojo experimentado».
Tres factores
Lo de ayer, así las cosas, fue excepcional. Tienen que darse distintos factores. «Es necesario un ambiente nítido y una baja humedad en toda la trayectoria, tanto en Barcelona, como en el mar y en Mallorca. Y en este caso, se da un índice de refracción que eleva la isla». Es decir, según la temperatura de la atmósfera, los objetos lejanos se deforman y quedan más elevados de lo que en realidad están. Por eso ayer se podía ver más cresta, más superficie de la sierra montañosa de la gran balear.