PRESIDENTE DE BARCELONA COMERÇ
En un momento en el que todavía nos cuesta imaginar el fin de la situación de pandemia actual, la necesidad de encontrar soluciones y mecanismos que nos ayuden a mantener nuestra actividad comercial se agrava. Y esto es así, porque a la urgencia evidente de ello se suman los planes, proyectos y peticiones que han pasado al final de la lista de prioridades o simplemente han quedado en el cajón de partidos y Govern.
Todo lo vivido hasta el momento durante estos últimos 11 meses nos avala en nuestra recurrente petición de que ya hace demasiado tiempo que es necesaria una reafirmación absoluta y clara de apoyo de nuestros políticos a la actividad económica de nuestro país. Necesitamos tener la certeza de que como sector capital de la economía el comercio no es menospreciado y que se nos tiene en cuenta para diseñar y desarrollar políticas que se correspondan a nuestras necesidades reales . Las restricciones y ayudas de estos últimos meses son una clara muestra de lo que para nosotros significa menospreciar al comercio. Se nos ha estigmatizado sin más; han ofrecido unas ayudas totalmente insuficientes para una cobertura de mínimos; y nos han penalizado con medidas incoherentes, como la obligación de cerrar los sábados, cuando es obvio que los protocolos de seguridad que estamos aplicando en nuestros establecimientos desde el inicio de las restricciones –aforo, distancia, desinfección, uso obligatorio de mascarillas, etc– han sido siempre los mismos durante toda la semana, de lunes a sábado. Con ello solo se ha favorecido la compra a través de plataformas online que han seguido autorizadas a vender producto esencial o no, de lunes a domingo, las 24 horas al día. La situación de pandemia ha hecho más evidente que nunca que los hábitos de compra están cambiando y