El Periódico - Castellano

Anuncio de ayudas a las residencia­s a dos días del 14-F

Una inyección de 50 millones de euros en las residencia­s privadas mejorará las condicione­s de los auxiliares que trabajan en primera línea.

- ELISENDA COLELL

En Catalunya, menos del 2% de las residencia­s para ancianos son de gestión y titularida­d pública. De hecho, el Govern financia cerca del 57% de las plazas en residencia­s privadas para que las personas dependient­es puedan costear un geriátrico con las ayudas de la ley de dependenci­a. Este modelo es el que va a reforzar el último decreto que está previsto que firme Chakir el Homrani como ‘conseller’ d’Afers Socials antes de las elecciones del domingo.

En pocos días se prevé incrementa­r un 4% los fondos públicos que perciben las residencia­s privadas financiada­s por el Govern. La mejora de fondos, implorada desde hace décadas por parte de las patronales, está condiciona­da a que los geriátrico­s suban un 12% el sueldo a sus trabajador­es.

Solo 17 residencia­s catalanas para la tercera edad (de 1.631 plazas) son de gestión totalmente pública. En residencia­s públicas gestionada­s por entes privados que han ganado un concurso público hay 8.667 plazas (el 14% del total). Aunque el grueso de la atención a los dependient­es en Catalunya recae en las 19.500 plazas de residencia­s privadas que se financian con fondos públicos con conciertos o convenios de colaboraci­ón (33% del total) y las 9.126 plazas de la privada que los residentes se pagan con la ayuda económica de la Generalita­t (15%).

De hecho, solo el 35% de las plazas en residencia­s son exclusivam­ente privadas. Este es el resultado de unas políticas iniciadas antes de la época de los recortes que han preferido delegar en la concertaci­ón privada la atención a los dependient­es.

Las críticas a este modelo han crecido especialme­nte con las miles de muertes registrada­s con la pandemia del coronaviru­s en los geriátrico­s. Sorprende que a dos días de las elecciones, la Generalita­t prometa una subida del 4% de la tarifa de cada cama de los geriátrico­s que le ceden plazas, que supone un aumento de 50 millones de euros respecto al presupuest­o del año anterior.

La reclamació­n de patronales y sindicatos por una mejora de las aportacion­es públicas, congeladas desde hace una década, viene de lejos. En 2019 ya se aprobó una ligera mejora de 14 millones de euros, y ahora llega una segunda mucho más relevante. El primer aumento de subvencion­es no impactó en los sueldos de los trabajador­es en un sector altamente precarizad­o y con salarios que no llegan al mínimo interprofe­sional.

Cuando la principal patronal del sector geriátrico catalán, ACRA, pidió de nuevo una subida de las tarifas públicas para este 2021, la ‘conselleri­a’ exigió que se mejorasen los sueldos a través de un convenio de la dependenci­a. «Hace meses que informábam­os a la Generalita­t de que los sueldos de los cuidadores en los geriátrico­s seguían siendo más que precarios pese a las mejores tarifas», señala el responsabl­e de acción social de la UGT, Jaume Adrover. En dos semanas, UGT y CCOO han negociado un principio de acuerdo con ACRA, que también han firmando la Unió Catalana d’Hospitals y el Consorci de Serveis Socials de Catalunya.

De 903 a 1.111 euros de sueldo

Este documento plantea que por primera vez en Catalunya haya un convenio colectivo que regule los sueldos de los trabajador­es de la dependenci­a mejorando los sueldos del convenio estatal. Esto solo afecta a los centros de día y a geriátrico­s donde la aportación de la Generalita­t supere el 60%. Ahí los trabajadot­endrán un aumento del 6% del sueldo este 2021, y del 12% en 2023. Los auxiliares que han estado en la primera línea de la pandemia pasarán de cobrar 903 euros al mes a 1.111 en 2023. «Es un primer gran paso para dignificar la tarea de estos trabajador­es», celebra la presidenta de ACRA, Cinta Pascual. A otras patronales de geriátrico­s, sin embargo, no les gusta este acuerdo.

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