«Se está intentando otra regularización fiscal de Juan Carlos I»
El veterano periodista vasco publica en ‘Felipe VI, un rey en la adversidad’ (Planeta) su investigación sobre la circunstancia y peligros que rodean al Monarca.
— Control de daños: ¿cómo está la monarquía en España a estas alturas de 2021 y con la que está cayendo?
— Está a la expectativa del resultado de las indagaciones prejudiciales del ministerio fiscal en el Tribunal Supremo, una por las conductas del rey emérito anteriores a 2014, otra por cantidades que regularizó el 10 de diciembre y otra sobre un supuesto patrimonio en Jersey que el monarca abdicado niega tener. Mi impresión es que va a haber un archivo, pero con un relato del fiscal sobre sus investigaciones y por qué no puede proceder penalmente: la inviolabilidad y la prescripción.
— Sobre el prestigio de la corona planea como amenaza Corinna Larsen. ¿La mueve solo el despecho?
— Corinna no solo está movida por un despecho humanamente entendible, porque tenía expectativas en su relación con Juan Carlos I yo creo que exorbitantes, también porque ella está bajo la lupa de la justicia suiza, que la tiene imputada por presunto blanqueo, y trata de defenderse con uñas y dientes. Además, determinadas gestiones que se han hecho cerca de Corinna han sido torpes e inoportunas.
— Hemos visto a Juan Carlos I en una foto acarreado por dos hombres. Este lunes Zarzuela desmentía que esté gravemente enfermo. ¿Qué sabe de su estado de salud?
— No está peor ahora, ni tampoco mucho mejor de lo que estaba hace mes y medio. Está muy atendido. Tiene una salud con muchas cicatrices. Además tiene una pesadumbre psicológica importante, por la lejanía, por su situación, y porque tiene una cierta confusión en la evaluación que se hace a sí mismo. Él no tiene la sensación de culpa, de responsabilidad… Sostiene que ha actuado conforme a la legalidad, que lo que se hace con él es injusto. No tiene afán de contrición. Y eso remite a que tiene 83 años y a que puede haber un leve deterioro cognitivo.
— ¿… que le impediría declarar delante de un fiscal?
— No lo creo. Para eso haría falta una prueba médica forense que sería extraordinariamente exigente.
— Puede que no tenga ya dinero suficiente Juan Carlos para hacer frente a sus multas. ¿Hasta qué punto es impagable su deuda con Hacienda?
— No es impagable. Se está intentando una nueva regularización, una total, difícil, porque implica una veracidad absoluta en el descubrimiento al fisco de todos sus bienes. Pero se está intentando, porque la sociedad española quizá reclama más castigos, pero sí una reparación en momentos en los que pasa una situación económica muy difícil.
— ¿Por qué esa inclinación del emérito por las monarquías del Golfo?
— Ir a los Emiratos es una elección estricta suya, porque está seguro de que, primero, allí le van a acoger bien; segundo, le van a garantizar intimidad, particularmente mediática; tercero, va a tener asistencia médica y una seguridad a prueba de bombas. Además le une con la familia real emiratí una amistad.
—Carlos IV no volvió. Isabel II murió en París...
— Creo que don Juan Carlos volverá a España temporalmente, pero no fijará su residencia definitiva aquí. Ni tampoco en Abu Dabi.
— ¿Todo esto ha convertido a Felipe VI en un rey cocoon, en un rey solitario?
— No. Ha habido borbones más solitarios. No creo que Felipe VI sea un rey solitario, es muy prudente con quién se relaciona en el ámbito privado. Y en las relaciones públicas es enormemente amplio, transversal, recibe a personas de ámbitos, criterios y procedencias ideológicas muy distintas.
— ¿Y políticamente Felipe VI tiene algún amigo?
— No tiene ninguno. Es un hombre amplio, le gusta hablar con mucha gente, pero tiene muchas lecciones aprendidas.
— Paralelo al abrazo del oso de la derecha, ¿hay un fenómeno de desconexión de la izquierda española con Felipe?
— Hay un fenómeno apropiatorio de determinada derecha, no solo política, también social, y eso no es bueno para la monarquía, porque la institución se caracteriza por su carácter transversal e integral. Y hay un sector de la izquierda, no de toda la izquierda, que efectivamente hostiga al Rey, pero no confundamos la izquierda con el independentismo catalán, donde sí hay focos de rechazo evidentes.
— En Catalunya, ¿ha conseguido Felipe VI reedificar una red de apoyos desde 2017 para acá?
— La alta burguesía catalana, que no fue nacionalista, que fue heredera de Cambó y la Lliga, ha estado muy por debajo de sus lealtades naturales. Lo cierto es que el ‘procés’ se ha llevado por delante a esa burguesía, particularmente barcelonesa, y a su aristocracia. Y quizá es mejor que no haya bolsas plutocráticas de adhesiones extraordinarias al Rey. Es mejor que el ciudadano normal, que trabaja y tiene sus fracasos y éxitos, entienda que el Rey es una referencia de valores ciudadanos, que se puede fiar de él.
«Juan Carlos I carece de afán de contrición. Cree que es una víctima» «Creo que volverá a España de forma temporal, pero no fijará su residencia aquí ni en Abu Dabi»